Por Fernando Oz | 15/09/2013 | 01:29
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Desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó el operativo Escudo Norte en julio de 2011, la Fuerza Aérea detectó poco más de 700 vuelos irregulares. Esa es la única cifra que tiene el Ministerio de Defensa, poco y nada se sabe de las acciones de los veinte radares terrestres tácticos Rasit que desplegó el Ejército en ocho provincias.
En algunos regimientos de frontera se ultiman detalles sobre “tareas de reconocimiento nocturno”, “patrullaje de puntos claves”, pero nada se dijo de controles en puestos fronterizos ni en rutas internacionales. El Ejército cuenta con equipos de inteligencia táctica que incluyen cámaras, sensores de movimiento, telémetros láser, telescopios, dispositivos de visión nocturna, GPS personales, y centrales de comunicaciones de diferentes características.
Al ministro de Defensa, Agustín Rossi, ya se le hizo una costumbre visitar unidades militares del interior los miércoles. Esta semana le tocó a la III Brigada Aérea, en la ciudad santafesina de Resistencia. Allí aclaró que “el Escudo Norte detecta la información del radar y se la envía a Gendarmería o a Prefectura, que es la que considera si el transporte aéreo detectado es irregular y si a partir de eso corresponde iniciar una investigación”.
Esa misma función tendrán las unidades del Ejército. “No interceptarán vehículos ni pedirán documentos”, y todo lo que surja “será informado a la fuerza de seguridad correspondiente para que ésta sea la que actúe”. Rossi asegura que así no se viola la Ley de Defensa Nacional ni la de Seguridad Interior. El Poder Ejecutivo modificó el Presupuesto General de la Nación de este año para inyectar mayor presupuesto para financiar las actividades del Ejército en el operativo Escudo Norte y para la compra de un helicóptero AB-206
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