Un entorno simulado permite responder a la importante pregunta de ¿qué pasaría si?… Obteniendo con frecuencia un resultado impresionantemente preciso basado en lo que sucedería en la vida real. Muchas compañías y organizaciones líderes en el sector de la defensa aérea, están tomando ventaja mediante la creciente sofisticación de la tecnología y la potencia de los ordenadores actuales, para mostrar simulaciones cada vez más completas.
Como bien sabemos, las simulaciones han existido desde hace mucho tiempoutilizándose en multitud de plataformas para diversos tipos de aplicaciones, las cuales han ido evolucionando con el transcurso de los años. Los científicos e ingenieros pueden simular el comportamiento de elementos químicos, el consumo de combustible o la aerodinámica de un avión, mediante el uso de complejos modelos por ordenador. Los ingenieros de la NASA que trabajaron en el programa Apolo, ya emplearon las simulaciones para predecir cómo una nave espacial podría llegar a la luna, aterrizar en ella y volver a la tierra.
La aplicación de los últimos avances informáticos ha dado como resultado asimulaciones visualmente más detalladas y resultados analíticos más precisos, gracias a una potencia de cálculo tiempo atrás inalcanzable. Esto ha permitido mucha más experimentación con diferentes escenarios y un sinfín de variables que están contribuyendo a desarrollar mejores tecnologías y productos de mayor calidad. Dado sus potenciales beneficios, las compañías del sector de la defensa están comenzando a diseñar una nueva generación de soluciones en seguridad.
A principios de este año, el fabricante de defensa francés Thales presentó su Centro Avanzado de Operaciones Aéreas, o conocido más coloquialmente como“battlelab”, el cual ha sido integrado en el paquete de soluciones en defensa aérea que la compañía estrenó el pasado año. Este paquete incorpora desde la tecnologíaStateSHIELD, una solución completa de defensa aérea para un país, a sistemas de armas móviles tales como el RAPIDFire. Por lo tanto, con battlelab se pretende optimizar las capacidades de todos estos sistemas, dentro de la comodidad de un moderno entorno de oficina.
Battlelab se trata de una herramienta de apoyo capaz de identificar problemas, definir la solución, experimentar con la misma y evaluar las mejores alternativas. El sistema puede ser personalizado para cada ejército, teniendo en cuenta la geografía específica de un país, las amenazas y las capacidades militares, en un corto período de tiempo. Así mismo, los usuarios pueden participar en diferentes escenarios yformar parte activa de la propia simulación, en lugar de ser sólo un “espectador”.
¿Por qué los fabricantes de defensa ofrecen simulaciones cuando los ejércitos de la mayoría de los países utilizan sus propios sistemas y analistas para evaluar la adecuación y eficacia de las capacidades operativas?. A diferencia de un sistema de simulación nativo específico, las soluciones como battlelab emplean partes de los sistemas reales ya utilizados in-situ, incluyendo el sistema de combate y el sistema de mando y control, lo que significa que es capaz de utilizar y simplificar en un sólo punto toda la información y las operaciones de simulación. Como resultado, el personal militar podrá tener a su disposición una gran cantidad de importantes áreas en las que nunca se pensó, ayudando a crear análisis muy completos y ofrecer mejores especificaciones para solucionar los diversos planteamientos.
TNO es una organización para la investigación científica aplicada con sede en los Países Bajos, independiente del gobierno y de la industria, los cuales disponen de un departamento especializado en el uso de herramientas de simulación para el beneficio de la investigación militar y el desarrollo de conceptos relacionados. Aunque no es una agencia del gobierno, llevan a cabo muchas de las funciones que realizan la Agencia de MITRE en los EE.UU. y el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (DSTL) en el Reino Unido.
TNO ha desarrollado un entorno completo de simulación denominado Joint Research on Air Defence Systems (JROADS), que simula plataformas, sensores, sistemas de armas, comunicaciones y la interacción entre todos los componentes. Se trata por tanto de un sistema modular de simulación, capaz de identificar cuatro áreas principales para la defensa aérea: formación, pruebas y validación, soporte y desarrollo de políticas.
Mientras que los ordenadores se van volviendo más rápidos y pequeños, es probable que veamos simulaciones cada vez más complejas desarrolladas por los fabricantes y organizaciones de defensa. De hecho, los ingenieros como los de TNO, ya están buscando la manera de combinar los ejercicios de entrenamiento del mundo real con los grandes entornos simulados.
Debemos recordar que, en 2004, la OTAN ya realizó un ejercicio virtual/real a gran escala dentro del programa de Simulación Distribuida a través de Misiones de Entrenamiento (MTDS, en inglés). Durante este ejercicio de la OTAN al que se le llamó First WAVE, un piloto en Alemania fue capaz de volar junto a un F-16 real de la US Air Force en un simulador de vuelo, ejecutando operaciones en el espacio aéreo norteamericano. Esta tecnología podría próximamente también ser utilizada para el entrenamiento en defensa contra misiles y operaciones aéreas entre los diferentes operadores.
Con internet y conexiones globales más rápidas, la simulación distribuida puede realizarse de un modo mucho más fácil de lo que eran hace apenas una década. Esto significa que el personal militar de diferentes naciones pueden reunirse en un mismo ejercicio sin salir de su propio país. Pero todavía queda importantes aspectos que afrontar antes de que este nivel de integración simulada sea plenamente implementado, lo que revolucionará sin duda la defensa aérea a través de una mejor capacitación del personal militar, unido a nuevas soluciones de inteligencia para marcar las mejores estrategias en seguridad
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