Un consorcio de empresas brasileñas desarrolló en asociación con la Fuerza Aérea Brasileña un motor turborreactor alimentado con queroseno capaz de propulsar vehículos aéreos no tripulados (VANT) de hasta 1,2 toneladas.
La llamada Turbina Aeronáutica de Pequeña Potencia (TAPP) también podrá ser usada para impulsar misiles de largo alcance, informó hoy la Fundación de Apoyo a la Investigación en el Estado de Sao Paulo (Fapesp), entidad que ayudó a financiar el proyecto.
El motor fue desarrollado por el Departamento de Ciencia y Tecnología Aeroespacial (DCTA) de la Fuerza Aérea en asociación con el Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE) y la empresa TGM Turbinas.
La TAPP es la primera turbina desarrollada en Brasil con capacidad para alcanzar una potencia de 5.000 newtons (N), la fuerza necesaria para impulsar una aeronave de hasta 1,5 toneladas.
"Planeamos un grupo de turbinas que puedan ser aplicadas en VANTs, misiles y una línea para la generación de energía", explicó Alexandre Roma, uno de los ingenieros de la TGM responsables por el proyecto.
La turbina fue probada por primera vez en julio pasado, y con éxito, en los laboratorios del Instituto de Aeronáutica y Espacio (IAE) de la Fuerza Aérea.
Uno de los objetivos de los responsables del proyecto es calificar mano de obra en Brasil para poder producir la turbina en el país a escala comercial.
"Como se trata de una turbina que puede ser instalada en misiles de largo alcance, su comercialización ha enfrentado dificultades por los tratados de no proliferación de armas nucleares. Por eso la alternativa es fabricar la turbina en Brasil", según el ingeniero José Francisco Monteiro, coordinador del proyecto.
Las próximas pruebas de la tecnología están previstas para diciembre, cuando sus creadores intentarán que alcance la rotación máxima de 28.000 rotaciones por minuto.
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