6 de junio de 2013 Víctor Litovkin, en exclusiva para Rusia Hoy
El Ministerio de Defensa realizó el mayor ejercicio militar en los últimos veinte años. Las maniobras estuvieron destinadas a las Fuerzas de Defensa Aeroespacial, la aviación de transporte militar de larga distancia, la División de Defensa Antiaérea, el 1º ejército de la Fuerza Aérea rusa y la Defensa Antiaérea del Distrito Militar Oeste de Rusia.
A las cinco de la mañana del 27 de mayo una alerta despertó de improviso a varios miles de militares rusos. Comenzaban los ejercicios en los que participaron un total de 8.700 militares, 185 aviones de combate y 240 vehículos blindados.
En febrero de este año fueron sometidas a la misma prueba las tropas paracaidistas y las tropas del Distrito Militar del Centro. En marzo, por orden del presidente Vladímir Putin se ensayó el estado de alerta en las unidades y subdivisiones del Distrito Militar Sur, la flota del mar Negro, las Fuerzas Aéreas, la Defensa Antiaérea y las Tropas Aerotransportadas desplegadas en las regiones de Krasnodar y de Rostov.
Esta vez le tocó el turno a las Fuerzas de Defensa Aeroespacial, creadas hace poco más de un año como resultado de la unión bajo un mando único de los sistemas de alerta de misil, la defensa antimisiles, el control del espacio espacial, el lanzamiento y dirección de satélites y la lucha radioelectrónica.
Los objetivos fijados no eran fáciles. Durante el ejercicio, varios regimientos de la Defensa Antiaérea del Distrito Militar Oeste, armados con sistemas de misiles S-300PMU2 Favorit, fueron transferidos de la región de Leningrado al polígono de Ashuluk, provincia de Astrakán, para repeler un ataque aeroespacial simulado de un hipotético enemigo.
El presidente Vladímir Putin valoró como 'satisfactorios' los resultados de los ejercicios de Defensa Aeroespacial e instó a las autoridades competentes a mejorar el sistema de coordinación de las tropas y la comunicación. Los resultados de los ejercicios se conocerán el viernes, según informó el jefe del Ministerio de Defensa Serguéi Shoigú.
El 'enemigo', que estuvo representado por varios escuadrones de aviación de asalto, emprendió el vuelo del aeródromo Baltimore, cerca de Vorónezh, para atacar objetivos terrestres del polígono de Ashuluk. Los aviones 'enemigos' se aproximaron al lugar de las maniobras a distintas alturas y desde direcciones diferentes. Los aviones intrusos fueron interceptados gracias a los sistemas de lucha radioelectrónica.
Según señalaron los expertos, todos los misiles de crucero lanzados por los aviones 'enemigos', así como las propias aeronaves, fueron destruidos por los S-300.
A su vez, cazas interceptores MiG-31, preparados para actuar las 24 horas del día en el norte de la Federación de Rusia, detectaron y destruyeron los misiles de crucero 'enemigos'.
La agrupación de aviones del hipotético enemigo, simulando un ataque aéreo masivo, realizó lanzamientos de misiles de crucero contra objetivos terrestres. Los lanzamientos de misiles “enemigos” fueron detectados por el sistema de radares del avión A-50. Acto seguido, los cazas MiG-31 destruyeron estos misiles.
Durante el ejercicio se llevó a cabo la redistribución de los bombardeos de la aviación del Distrito Militar Oeste en aeródromos lejanos, donde los bombarderos tácticos Su-24 y Su-34 lanzaron ataques de misiles contra objetivos terrestres y destruyeron aviones y misiles de crucero del adversario hipotético en el aire. Y, al mismo tiempo, las Fuerzas de Defensa Aeroespacial repelieron lo ataques del enemigo hipotético en las profundidades del mar.
Durante las dos últimas décadas no se había realizado un ejercicio militar de tal envergadura en las tropas de defensa espacial, aviación estratégica y aviación de transporte. Si tenemos en cuenta que nunca se había informado mediante la prensa de este tipo de entrenamientos se entiende hasta qué punto es importante para la dirección del país y del ejército.
Aunque los militares no han especificado quién era el hipotético “enemigo”, se puede hacer algunas suposiciones.
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Rusia ha declarado en repetidas ocasiones su preocupación por los planes de Estados Unidos de instalar un escudo antimisiles en Europa y ha reiterado su inquietud en una respuesta del presidente Vladímir Putin a una carta del mandatario norteamericano Barack Obama.
En la víspera de estas maniobras, se celebró en Moscú una conferencia internacional en materia de seguridad europea, donde también se discutió de este tema. Después, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, visitó la estación de radar de aviso previo contra misiles Voronezh-DM instalada en la región de Kaliningrado.
Por tanto, todo lleva a creer que el papel de 'enemigo' en los recientes ejercicios estaba reservado a los Estados Unidos y a la OTAN, ya que sólo ellos, a día de hoy, poseen un potencial suficiente para verificar la fiabilidad del sistema de defensa antiaérea rusa.
Los observadores militares extranjeros no fueron invitados, porque según la ley internacional sólo es preciso convocarlos cuando en los ejercicios participan más de 9.000 efectivos.
El pasado 30 de mayo la cúpula del Ministerio de defensa ruso estableció que se continuará con esos ejercicios sorpresa para comprobar la capacidad defensiva de las fuerzas armadas rusas.
Rusia Hoy
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