El ministro de Defensa húngaro, Tibor Benko (L), acaricia un leopardo de peluche durante una ceremonia de entrega de tanques en la base del ejército de Tata, Hungría, el 24 de julio de 2020. (Foto de Attila Kisbenedek / AFP a través de Getty Images)
COLONIA, Alemania - El ejército húngaro recibió cuatro tanques Leopard-2 usados para comenzar a entrenar en las armas mientras el fabricante Kraus-Maffei Wegmann trabaja en el pedido del país de 44 tanques nuevos.
El gobierno húngaro ordenó el equipo a fines de 2018 como parte de un esfuerzo por reemplazar sus armas de la era soviética. Los tanques Leopard 2 en su configuración más reciente, denominados 2A7 +, están programados para reemplazar a los T-72 de fabricación rusa.
Un total de 12 leopardos mayores de la variante 2A4 fueron parte del acuerdo para garantizar que los soldados húngaros puedan entrenar antes de las nuevas entregas, programadas para 2023.
"Hungría está modernizando sus fuerzas terrestres con Alemania como socio estratégico", dijo el Secretario de Estado de Defensa alemán, Thomas Silberhorn, en un comunicado del Ministerio de Defensa. La adquisición garantizaría la interoperabilidad entre las fuerzas húngaras y alemanas y fortalecería las capacidades de defensa de la Unión Europea y la OTAN por igual, agregó.
El retraso en la adquisición del obús significa que la fecha actual para el desmantelamiento de los AS90 también ha retrocedido. Una parte de la fuerza del obús ahora permanecerá operativa hasta 2032.
Por: Andrew Chuter
La secretaria de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, visitó recientemente Hungría, dirigida por el primer ministro de extrema derecha, Victor Orban, y elogió la cooperación de defensa de los dos países. Más tarde, su ministerio mencionó la creciente inclinación autoritaria del gobierno solo diciendo que los desafíos en el trato con el país eran de naturaleza "más bien sociopolítica".
Según los informes, los recientes contratos de armas con Hungría, que también incluyen obuses y otros equipos pesados, están valorados en alrededor de $ 2 mil millones, lo que convierte al país en el mayor cliente de armas de Alemania en ese momento.
Las medidas antidemocráticas del gobierno, por ejemplo, amenazas a una prensa libre y un poder judicial independiente, han puesto a Budapest en curso de colisión con la Unión Europea, aunque el pacto aún no ha hecho que sus miembros rindan cuentas de manera significativa.
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