Varios cazas de la Fuerza Aérea de Serbia sobrevolaron el sur del país, cerca de la frontera con la república parcialmente reconocida de Kosovo, lo que causó una ola de indignación entre la población albanesa que habita en la zona. ¿Pero qué hacían allí estos aviones militares?
Los albaneses aseguran que no habían visto nada parecido desde la última guerra, hace más de una década.
"Provocación"
Todavía no hay información exacta acerca del modelo de los cazas. Los medios rusoscreen que podría tratarse de unos Soko J-22 Orao yugoslavos o MiG rusos, dado que en 2017 Moscú suministró a Belgrado seis MiG-29.
Al mismo tiempo, la prensa albanesa de estos días está llena de especulaciones sobre la aparición de los cazas cerca de la aldea fronteriza de Preshevo. Su alcalde, Sciprim Arifi,afirmó que las aeronaves causaron molestias a la población y llamó a "que ignoren la provocación".
El 89% de la población de Preshevo es albanesa y está bajo una fuerte influencia de la antigua provincia yugoslava de Kosovo. En 1992 organizaron un referéndum sobre la entrada de las aldeas de Preshevo, Medvedja y Bujanovac a Kosovo que Belgrado declaró inconstitucional.
Al comentar los vídeos de los vuelos sobre Preshevo, las autoridades serbias aseguraron que se realizó de cara a los preparativos de las maniobras militares Asistencia 2018, que se celebrarán en el país el 29 de marzo.
Pero, ¿podría tener este episodio algo que ver con el reciente aumento de las tensiones entre Belgrado y Pristina?
Según afirman varios expertos militares, este vuelo de inspección podría ser un intento del presidente serbio, Aleksandar Vucic, de 'mostrar músculo' no solo a Kosovo —en respuesta a la reciente detención en la ciudad de Mitrovica del ministro serbio para los Asuntos de Kosovo y Metojia, Marko Djuric—, sino también de cara a los países de Occidente.
Caso Djuric
Djuric, junto con el secretario general del presidente serbio, Nikola Selakovic, fue detenido el 26 de marzo por las fuerzas especiales de la Policía de Kosovo, que irrumpieron en un edificio administrativo de la ciudad kosovar de Mitrovica donde se estaba celebrando una mesa redonda dedicada a las relaciones de Serbia y la autoproclamada república de Kosovo, apoyada por EEUU y Bruselas. El presidente serbio calificó lo ocurrido como una "provocación", mientras que su homólogo ruso, Vladímir Putin, condenó enérgicamente la violenta detención de los políticos serbios.
Mientras tanto, la situación en Mitrovica —de mayoría serbia— sigue siendo muy tensa. Así, los activistas serbios bloquearon las carreteras de la ciudad y piden la entrada de las fuerzas especiales serbias en la región, ubicada en el norte de Kosovo.
Según el Acuerdo de Bruselas firmado por Belgrado y Pristina en 2013, las autoridades albanesas estaban obligadas a crear una asociación de municipalidades serbias —una especie de autonomía serbia— en el norte del país, pero nunca lo hicieron. Por su parte, Belgrado actúa con cautela y exhorta a los serbios de Kosovo a "buscar compromisos", algo que genera malestar entre la población local. De hecho, fue precisamente la "búsqueda de compromisos" el objetivo principal de la visita de Djuric a Kosovo.
Las autoridades kosovares prohibieron la entrada no solo a Djuric, sino también a otros políticos serbios como el ministro de Defensa, Aleksandar Vulin, y el ministro de Cultura, Vladan Vukosavljevic. Así, según declaró el ministro de Exteriores de Kosovo, Bejet Pasoli, "cualquier persona que cruce el punto de control de Yarine, será arrestada". No obstante, Belgrado no reconoce la existencia de una frontera entre los dos territorios. En cuanto a la UE, Bruselas trata de no entrometerse en las rencillas entre Belgrado y Pristina.
"Quisiera declarar aquí —en la Mitrovica kosovar— que el Norte de Kosovo y Metodija nunca fue y nunca será parte del llamado Gran Kosovo y de la llamada Gran Albania. Tales proyectos solo son respaldados por los que quieren crear un conflicto en este territorio", declaró Djuric al llegar a la mesa redonda. El político subrayó que "Serbia siempre va a estar" con los serbios que viven en la región.
La detención del ministro serbio tuvo lugar en plena conferencia. Djuric fue trasladado a un tribunal de Pristina, donde fue acusado de "cruzar ilegalmente la frontera", después de lo cual las fuerzas especiales lo trasladaron a la frontera con Serbia. Pese a que el líder de la exprovincia yugoslava de Kosovo, Zmej Tachi, valoró el "profesionalismo" de los agentes especiales, agregó que "este incidente no debe obstaculizar la comunicación entre Kosovo y Serbia, el diálogo entre los dos países y los intentos de normalizar las relaciones de los dos pueblos [serbio y albanés]". Por su parte, Vucic convocó una reunión urgente del Consejo de Seguridad Nacional tras el incidente.
Según declaró el mandatario, las unidades de las fuerzas especiales que participaron en la detención del ministro serbio "contaban con el apoyo de la Cancillería de la UE en Kosovo (EULEX)".
"Los terroristas albaneses también actuaron con el apoyo directo de la EULEX. ¿Para qué abusan de los serbios de Kosovo, para qué los torturan?", declaró Vucic. También calificó a los agentes de las fuerzas especiales kosovares como una "banda". El presidente serbio afirmó que todos los participantes en la detención de Djuric "serán llevados ante la Justicia".
El presidente indicó que Pristina "siempre mintió a Belgrado [sobre sus compromisos] y solo esperaba a que Serbia reconociera la independencia de Kosovo".
Según los expertos, la repetición de nuevos incidentes podría llevar a un conflicto militar entre Belgrado y Pristina. Actualmente, más de 200 agentes de policía kosovares controlan la situación en Mitrovica, aunque la chispa que podría desatar las tensiones interétnicas podría producirse en cualquier momento.
"Una nueva guerra civil en la región"
Después del ataque contra Djuric, la firma de un "acuerdo jurídicamente vinculante" con Pristina, que exigen EEUU y la UE a Belgrado, significará la entrega de Serbia de su propio territorio y el comienzo de una nueva etapa de persecución contra los serbios de Kosovo. Así lo afirmó Serguéi Zhelezniak, del Comité de Relaciones Internacionales de la Duma rusa (Cámara Baja).
"Ya tenemos el ejemplo contraproducente del Acuerdo de Bruselas. En los cinco años transcurridos desde su firma, la dirección de la UE demostró su total incapacidad para resolver pacíficamente la crisis de Kosovo", dijo Zhelezniak a Sputnik.
Según el diputado ruso, el ataque contra Djuric se debe a las actividades de los servicios especiales occidentales, que "están alimentando el fuego de una nueva guerra civil en la región".
Por lo tanto, Zhelezniak cree que es necesario sacarse de la cabeza las ilusiones de que es posible llegar a ciertos "compromisos rápidos sobre Kosovo" entendidos como "sacrificios" de Belgrado para la integración de Serbia en la UE.
https://mundo.sputniknews.com/europa/201803291077437368-belgrado-pristina-conflicto-guerra-detencion-djuric/
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