juntas, y para financiar su expansión militar también necesita vender sus innovaciones, encontrando en Venezuela un socio estratégico dispuesto a adquirir todo lo necesario, así sea endeudándose.
La primera visita oficial del presidente Nicolás Maduro a Pekín, en septiembre de 2013, resultó beneficiosa para ambas partes por los acuerdos alcanzados, sobre todo para el sector de defensa, donde Venezuela, a la par de los contratos militares que tiene con Rusia, presentó su lista de necesidades para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Desde la compra de materia de intendencia y campaña; proyectos de intención para la edificación de las comandancias generales de la Aviación y la Armada, a la propuesta de adquirir un submarino, aviones y nuevos sistemas de telecomunicaciones, Caracas está dispuesta a elevar gastos de defensa.
En aquella visita a Pekín, Maduro junto a la ministra del Poder Popular para la Defensa, Carmen Meléndez, abrió su carpeta roja con un amplio abanico de necesidades que iban desde hacerse con ocho aviones Y8200w, 141 vehículos antimotines, camiones, equipamiento de infantería de marina, vehículos tácticos (que están a la espera de la aprobación por el Fondo Chino), hasta servicios técnicos y repuestos para aviones K8W, de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV).
Pero la almiranta Meléndez tenía sus propios requerimientos, y con un presupuesto para 2014 de 35 mil millones de bolívares (3 mil más que 2013) al margen de los 37,2 millardos para endeudamiento, lo presentado por su equipo en la doceava reunión de la Comisión Mixta entre ambos países en Pekín, muestra los objetivos de su cartera para blindar a las FANB.
La lista roja
Sin conocerse un monto global de los proyectos para 2014, el Gobierno le propuso a los chinos la creación de un "Sistema de Defensa Aerospacial Integral" que permita combatir, entre otras tareas, el narcotráfico y delitos en el mar, relatan fuentes conocedoras de esos acuerdos, bajo anonimato.
A la vez se planteó "el diseño, adquisición, despliegue y funcionamiento de una red cerrada de telecomunicaciones por fibra óptica", con el que las operaciones de seguridad puedan estar mejor protegidas.
Venezuela también sugirió la creación de un "Hub Satelital para la FANB" que serviría para retransmitir distintos servicios y datos vía satélite, tomando en cuenta que Caracas ha adquirido satélites chinos por el orden de los $53.2 millones.
Otra de las propuestas del Ministerio de Defensa, y que el fallecido presidente Hugo Chávez había contemplado, es la compra de un "Submarino Oceánico", ya que China viene ampliando su industria naval, aunque se desconoce el avance y concreción de esta solicitud.
La nación asiática, quinto mayor exportado de armas del mundo, en 2012 vendió equipos bélicos a Venezuela por $279 millones, reveló la publicación de datos militares IHS Jane's.
A su vez, otra de las adquisiciones propuestas por Caracas es la de helicópteros Harbin Z-9 para la Armada, construidos por el fabricante de aeronaves HAMC, que buscan "incrementar la capacidad de búsqueda, detención o neutralización de submarinos hostiles".
En la visita de Maduro, Pekín y Caracas suscribieron 28 acuerdos, pero en materia de Defensa China fue encomendada por el Gobierno para proyectar la edificación de instalaciones de la FANB, además de obtener un contrato para dotar al sector castrense de insumos de defensa a través de la empresa Norinco, que ya suple al país.
Los recursos en papel y mesa
La relación entre ambos gobiernos en el sector militar tomó fuerza en 2008, cuando Chávez negoció con China la compra de 18 aviones K-8 para la FAV.
Precisamente en esa lista de propuestas hecha por Maduro se contemplaba una nueva adquisición de aviones de entrenamiento K-8W. En octubre de 2013 el Ministerio de Defensa informó de la compra de nueve K-8W por $75.5 millones que se sumarían a otros 15 de ese tipo, para totalizar 24 unidades.
Parte del gasto de Defensa con China es financiado por el Programa Especial de Financiamiento Chino-Venezolano (20,42% en 2012), pero la ley de endeudamiento de 2014 de esa cartera contempla para nuevas compras unos $345 millones.
Desde 2008 empresas chinas del sector defensa vienen ofreciendo sus productos a Venezuela, tomando en cuenta el jugoso presupuesto del sector de defensa nacional, que entre 2006-2011 invirtió $33.495 millones, siendo Rusia el primer socio militar según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).
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