Las guerras en Iraq y Afganistán le costarán a Estados Unidos hasta seis billones de dólares, según un nuevo informe. Mientras tanto, las nuevas reglas de combate impuestas favorecen una mayor mortalidad de soldados en los últimos años.
Linda Bilmes, profesora de políticas públicas de la Universidad de Harvard, escribió en su informe que los dos billones de dólares que EE.UU. ha desembolsado en las dos campañas son solo un parte del precio final que se pagará dentro de años e incluirá los costos de la asistencia médica y las prestaciones por discapacidad a los veteranos. Invertir en las guerras fondos que habían sido obtenidos por medio del préstamo también encareció los gastos.Los conflictos añadieron dos billones a la deuda estadounidense o lo que es lo mismo: un 20% de la deuda acumulada entre 2011 y 2012.La cifra es sustantivamente mayor que las predicciones que hacían varios funcionarios estadounidenses antes de lanzar la invasión de Irak.Un alto funcionario de la Casa Blanca, Stephen Friedman, auguró en 2002 que la guerra en Irak costaría 200.000 millones, según ‘The Washington Post‘.
NUEVAS REGLAS PELIGROSAS
Mientras tanto, las tropas estadounidenses desplegadas Afganistán se enfrentan a un nuevo enemigo adicional, además de los insurgentes afganos: las reglas de combate de EE.UU.
Se trata de la llamada estrategia COIN, introducida en 2009, que establece límites muy estrictos para el uso de armas letales en el país asiático con el fin de minimizar muertes entre los civiles.
Sin embargo, su introducción se convirtió en un factor determinante en el aumento de la cuenta del saldo mortal entre los militares.
En los primeros siete años de la guerra en Afganistán, EE.UU. perdió a 630 militares.
En el curso de los cinco años desde la introducción de la COIN, las pérdidas estadounidenses ascendieron hasta alcanzar los 2.292. El 73% de las muertes militares en la guerra de Afganistán se produjeron en este período.
El problema fue abordado en un artículo en el portal Breitbart escrito por los padres de un soldado de las fuerzas especiales de la Marina estadounidense fallecido, quienes señalaron una creciente crisis de confianza entre los soldados y la cúpula militar.
En el artículo se menciona un episodio contado por otro solado, en el que un militar cuyo escuadrón contraatacó y estaba persiguiendo a un grupo de insurgentes, recibió la orden de retirarse porque cabía la posibilidad de que los talibanes se hubieran deshecho de las armas, dejando así de ser categorizados como un posible “objetivo”.
Mientras discutía con sus comandantes sobre el asunto, murió al recibir un balazo. Según los autores, esas reglas de combate crean miedo a ser denunciados y juzgados por un tribunal militar, con lo que generan un alto grado de duda entre los militares a la hora de tomar decisiones en situaciones peligrosas.
(Con información de RT)
http://www.cubadebate.cu/
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