(Defensa.com) La elección a finales del año pasado del Gripen E como nuevo avión para la Fuerza Aérea de Brasil dentro del programa FX-2 ha hecho despertar el interés sobre la versión naval del Gripen. En diciembre la compañía sueca reconoció que la selección del Gripen para Brasil daba nuevo aire al programa Sea Gripen.
El llamado Sea Gripen es un desarrollo propio del fabricante, Saab anterior a la versión Gripen E o NG (Next Generation) elegida por Brasil. Estaría adaptado a operar desde portaaviones STOBAR (Short Take Off But Arrested Recovery) de despegue corto por lo que no necesitaría modificaciones para operar con catapultas. Saab trabaja en la versión naval del Gripen con dos programas en mente como son el de la Marina de Brasil y el de la Marina de India.
El proyecto Sea Gripen fue desvelado en 2.010 y suponía la navalización del avión sueco incluyendo mejoras específicas en componentes como el tren de aterrizaje, frenos mayores o gancho de aterrizaje. La compañía defiende que el avión original ya incluye prestaciones que lo aproximan a un avión naval como el aterrizaje y maniobrabilidad de precisión, la estructura robusta o el recubrimiento anti-corrosión. Además Saab habría finalizado los estudios de viabilidad y espera solo conseguir un cliente lanzador del avión.
La Marina de Brasil tiene previsto adquirir dos portaaviones dentro del Programa de Obtenção de Navios-Aeródromo (PRONAE) que estarían basados en el diseño de un astillero internacional pero que deberían construirse en Brasil. Serían del tipo CATOBAR (Catapult Assisted Take Off, Barrier Arrested Recovery), es decir, despegue mediante catapulta y aterrizaje asistido por barrera y constituirían un elemento fundamental para la proteger la costa brasileña y los recursos energéticos del país que se encuentran mar adentro.
Brasil cuenta ahora con el portaaviones São Paulo, originalmente el portaaviones Foch comprado a Francia de segunda mano en el año 2.000 pero que cuenta con más de 50 años de servicio. El São Paulo sin embargo no dispone del sky Jump que facilitaría el despegue corto. Según fuentes del sector, la Marina Brasileña tendría un requerimiento estimado de 24 aviones para operar en el Sao Paulo.
En estos momentos los astilleros franceses se encuentran muy bien posicionados lo que queda claro tras la visita del Ministro de Defensa brasileño a París en octubre del año pasado. Francia además asiste tecnológicamente a Brasil en la construcción de un submarino nuclear. En abril de 2.013 durante la feria LAAD 2013 que tuvo lugar en Brasil, el astillero francés DCNS presentó una maqueta de un portaaviones basado en el PA2 para Francia, como futuro portaaviones para Brasil. Se trataba de un buque de 60.000 toneladas de desplazamiento y 285 metros de eslora. DCNS ofrecería este buque con propulsión convencional, como Francia que la ha elegido para su PA2 en lugar de la nuclear del Charles de Gaulle por la baja fiabilidad del sistema. Como desventaja para el Gripen, Francia opera en su portaaviones Charles de Gaulle una versión navalizada del Rafale, precisamente uno de los aviones que participó en el programa F-X2. El otro contendiente del programa F-X2, el F-18, también dispone ya de capacidad naval.
El astillero español Navantia ha presentado una oferta para este programa basada en el Buque de Proyección Estratégica, sin embargo se desconoce si este buque sería lo suficientemente grande para operar la versión naval del Gripen a pesar de disponer de sky jump.
Por último, la Marina de India ha mostrado interés en dotarse de un avión naval independientemente del programa MMRCA de la Fuerza Aérea, en el que precisamente el Rafale fue elegido. Según Saab sería otro de los posibles candidatos para el Saab en configuración naval. (J.N.G.)
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