15de noviembre de 2013 Andréi Kisliakov, para Rusia Hoy
Las Fuerzas Armadas rusas siguen mejorando su armamento estratégico. El turno ahora es para el diseño y la producción del nuevo Complejo Aéreo de Aviación de Largo Alcance (PAK DA por sus siglas en ruso). Los expertos opinan que este proyecto podría no tener nada nuevo y que es posible que se trate de una copia del bombardero americano “invisible” B-2. ¿Es esto cierto?
Según los medios de comunicación rusos, la corporación aeronáutica Túpolev está comenzando el diseño de un bombardero estratégico llamado a remplazar a los aviones Tu-95 y Tu-160. Este nuevo avión, diseñado en forma de ala volante, será subsónico y tendrá un sistema de ocultación a las señales de radar.
“El diseño de este futuro complejo de aviación de largo alcance que remplazará a los bombarderos estratégicos Tu-95MS y Tu-160 comenzará en 2014”, declaraba este verano el director del Estado Mayor del ejército, el general Valeri Guerásimov. La producción en serie de este modelo, según los planes, se iniciará en 2020.
Por su parte, un representante oficial del Ministerio de Defensa informa que “el PAK DA estará equipado con todas las armas futuras de alta precisión, incluidas las de capacidad hipersónica”. Al mismo tiempo, el director general de la corporación de armamento Misiles Tácticos, Borís Obnosov, declara que “ya se ha creado un misil hipersónico para el nuevo bombardero, aunque por ahora sólo ha alcanzado unos cuantos segundos de vuelo”.
No obstante, los militares prefieren que el avión sea subsónico. ¿Por qué se ha tomado esta decisión? Al parecer, depende del uso militar que se le vaya a dar. Las opciones a elegir son un avión-plataforma para misiles relativamente compacto y casi invisible para todos los radares, o bien un avión hipersónico capaz de romper los sistemas de defensa antiaérea existentes en base a su velocidad.
Sin embargo, hoy en día no existen soluciones tecnológicas que permitan desarrollar un bombardero de gran tamaño y de una visibilidad mínima capaz de volar a velocidad hipersónica. Por el contrario, un avión subsónico de menor tamaño capaz de tener su base en aeródromos no muy grandes, de baja visibilidad y equipado con misiles hipersónicos, permite patrullar durante más tiempo una zona y a la vez alcanzar objetivos rápidamente gracias a sus misiles de alta velocidad. Fue precisamente en favor de esta última combinación, existente en el B-2, que los norteamericanos abandonaron el uso del bombardero supersónico B-1.
Pero, ¿son tan parecidos el B-2 y el PAK DA? Desde el punto de vista científico-técnico, el parecido no consiste en otra cosa que en seguir las leyes de la aerodinámica y otras leyes fundamentales que definen un mejor rendimiento de la tecnología aeroespacial.
Cuando los constructores tienen la misma tarea (o tareas muy parecidas), sus decisiones siguen la misma metodología. Pero detrás de esta aparente similitud se esconde una infinidad de diferencias que también definen el nivel de perfeccionamiento de uno u otro complejo militar.
En el pasado, pocos se mostraron sorprendidos de que el Tu-144 y el Concord tuvieran una apariencia externa tan parecida. Del mismo modo eran similares en su forma aerodinámica el F-15 y el Su-27, aunque los constructores rusos, a pesar de haber comenzado su trabajo poco después, consiguieron un avión indiscutiblemente mejor desde el punto de vista del fuselaje.
Cabe señalar que los estadounidenses deben su activa introducción de las tecnologías furtivas en sus aviones cazas y bombarderos al científico ruso Piotr Ufímtsev. En abril de 1975, la sección de proyectos en perspectiva de la corporación Lockheed recibió la traducción de un artículo de Ufímtsev en el que este proponía un método para poder calcular la señal de radar reflejada desde un cuerpo plano. Con este algoritmo se abrió la posibilidad de diseñar un avión invisible en las pantallas de los radares.
Se puede decir que en ese momento comenzó también la historia de los aviones furtivos. Más tarde, uno de los padres de los aviones “invisibles”, Alan Brown, director del primer programa de camuflaje Senior Trend de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos que comenzó en el año 1978, reconoció que la contribución de la teoría de Ufímtsev en la creación de programas informáticos para tecnologías furtivas podía estimarse en un 30-40%. Y esto es la base de esta nueva tecnología.
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