Imagen ilustrativa del Su-35 rusoPascal RossignolReuters
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No llegó a entrar en ningún momento en el espacio aéreo español, pero el vuelo de un caza ruso Sukhoi-35 (Su-35) desde el norte de Europa hasta el área de la base naval de Rota provocó, el pasado jueves, que el Ejército del Aire español movilizara dos aviones de combate F-18 de las bases de Torrejón (Madrid) y Zaragoza.
Este tipo de misiones, conocidas como "scramble" en el argot militar, son rutinarias y tienen el objetivo de vigilar en la distancia la posición de una aeronave sospechosa. Según fuentes militares consultadas por el diario 'ABC', "las aeronaves españolas mantuvieron vigilancia de las trazas (del caza ruso) sin necesidad de interceptarlo".
A la operación se sumaron dos F-16 portugueses
Los dos cazas F-18, armados con misiles aire-aire, se desplazaron hacia el mar Cantábrico para vigilar, en paralelo, la trayectoria del Su-35. Cuando la aeronave rusa entró en el área de influencia de Portugal - sin llegar a traspasar su espacio aéreo -, le esperaban dos F-16 lusos, también en alerta, que escoltaron al Sukhoi a lo largo de la costa atlántica.
Una hora después, el Su-35 comenzó a acercarse al Estrecho de Gibraltar, momento en el que vuelven a entrar en escena los dos F-18 españoles. Sin embargo, poco después, cuando el caza ruso se encuentra próximo a la base naval de Rota, emprende el trayecto de vuelta recorriendo prácticamente la misma ruta, según informa el periódico 'El Diario de Sevilla'.
El Su-35 es el caza más importante de la fuerza aérea rusa y muy superior a los F-18 españoles. Según 'Reuters', esta aeronave clásica tiene varias ventajas sobre los cazas de quinta generación en lo que se refiere a fiabilidad, velocidad, costo, maniobrabilidad, carga útil y capacidad de combate.
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