Según el periódico libanés Ad Diyar, Hezbolá dispone de 75 tanques T-72 y T-55, siendo ésta la primera vez que el movimiento de resistencia libanés dispone de tanques pesados.
Por otro lado, medios israelíes han afirmado que Hezbolá posee ahora también cañones autopropulsados iraníes de tipo Raad-1 y Raad-2.
La publicación de estas informaciones ha causado ansiedad y aprensión en los círculos políticos y militares israelíes. Mientras que el periódico libanés señala que estos tanques proceden de Siria y serían un regalo del gobierno de Bashar al Assad por el apoyo de Hezbolá a Damasco en contra del terrorismo, medios israelíes, que citan al primer ministro Benyamin Netanyahu, afirman que esos tanques proceden de Irán.
Círculos militares israelíes, citados por varios medios, incluyendo el periódico Yediot Aharonot, han señalado que Hezbolá podría crear ahora una brigada acorazada y afirman histéricamente que “las fronteras israelíes están amenazadas”.
La posesión de tanques y cañones autopropulsados por parte de Hezbolá serviría para reforzar el concepto de guerra híbrida que el movimiento libanés practica y complicaría cualquier agresión sionista contra el Líbano, según los medios israelíes.
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