PABLO R. SUANZESEnviado especial ParísActualizado: 14/01/2015 17:59 horas
El presidente francés, François Hollande, ha anunciado esta tarde que movilizará al portaaviones Charles de Gaulle para que contribuya a la lucha contra el Estado Islámico en Irak, así como para combatir el terrorismo en la región.
En un discurso ante las fuerzas armadas a bordo del propio barco, en el puerto de Toulon, en el Mediterráneo, Hollande ha asegurado que "el Charles de Gaulle, símbolo de nuestra independencia, partirá para una misión en Oriente Próximo. A día de hoy, la situación justifica la presencia allí de nuestro portaaviones". Puesto que allí, señaló, "podría realizar operaciones en Irak con más intensidad y eficacia y trabajará de forma coordinada con los aliados".
De la intervención se desprende que el despliegue no sólo debe contribuir a aumentar los ataques aéreos sobre posiciones del Estado Islámico, una operación que recibió el martes la respuesta casi unánime de la Asamblea Nacional y el Senado, sino a aumentar la "información disponible" y a llevar a cabo operaciones "con más eficacia. Su presencia nos dará más y mejores medios de protección", según Hollande.
El portaaviones Charles De Gaulle. AFP
Los atentados de la semana pasada han tenido un impacto enorme en la percepción del papel del ejército en Francia. Por un lado, el lunes el Ministerio de Defensa desplegó más de 10.500 soldados en territorio nacional para ocuparse de la vigilancia y protección de "lugares sensibles". Y este miércoles, el presidente ha anunciado que la progresiva y paulatina reducción de efectivos que se había programado para los próximos años va a ser revisada y anulada.
"La situación excepcional que ahora vivimos hace que tengamos quereconsiderar el ritmo de reducción de personal que estaba previsto para los próximos tres años como parte de la ley de planificación militar. Este ritmo debe ser revisado y adaptado" a la nueva realidad.
Y es que el presidente tiene claro, según ha explicado ante las tropas, que es necesario aumentar la lucha contra el terrorismo dentro del país, pues los tres atacantes eran franceses, nacidos y educados en el Hexágono. Pero también fuera. Ya sea en "Mali, en Libia o Nigeria, Irak o Siria contra el Estado Islámico".
"Debemos apoyar a los que están luchando en primera línea contra los yihadistas", en referencia directa a "las fuerzas de la oposición de Siria", lamentando que la comunidad internacional haya reaccionado tarde y mal en este frente, permitiendo que 'Daesh' haya logrado consolidarse.
Responder a los ataques
Hollande destacó el trabajo de las fuerzas de seguridad y felicitó a los mandos por el despliegue: "Nunca en la historia reciente ha habido tal despliegue y tan rápidamente ". Y mostró cuál cree que debe ser el camino para el futuro próximo: "debemos responder a los ataques que vienen desde el interior, que pueden ser organizados u ordenados, desde lejos. Pero al mismo tiempo también tenemos que alejar las amenazas del exterior".
Una referencia que no ha pasado desapercibida en el país, donde todavía se estudia si las reivindicaciones de Al Qaeda en Yemen, que asegura haber enviado a los hermanos Kouachi, son ciertas o no.
En la actualidad, Francia tiene a 800 efectivos, entre soldados y personal destacado, en una base de Emiratos Árabes Unidos. Y cuenta con nueve cazas y un navío, además de seis Mirage estacionados en Jordania.
En África, uno de los focos más activos, hay más de 3.000 soldados. Hollande ha anunciado que reducirá la presencia en el Congo depués del verano. Pero no en Malí, donde se llevan a cabo operaciones contra los grupos asociados a Al Qaeda en el Sahel.
Según una encuesta publicada por el diario 'Le Parisien', el 85% de los franceses aprueba la forma en la que Hollande ha gestionado la crisis tras los atentados de hace una semana.
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