El ejército ruso recibirá próximamente el equipamiento militar de la nueva generación denominado Ratnik (guerrero).
El armamento, el blindaje, los sistemas de comunicación y de navegación estarán condensados en un conjunto único. Como resultado, todo combatiente se convierte en un soldado pleno del futuro, capaz de cumplir las órdenes impartidas a él exclusivamente.
Tal equipamiento eleva considerablemente la eficacia de las unidades, por ejemplo, en las zonas de conflictos locales, o en operaciones contra terroristas.
El equipamiento militar Ratnik comprende unos cuarenta elementos de veinte kilos de peso, pero en caso de necesidad es posible desasirse del conjunto en cuestión de segundos. Ígor Korotchenko, director de la revista Defensa nacional señalaba que todo estaba adaptado a las necesidades del ejército:
–Está planeado entregar este equipo a las unidades de profesionales contratados, las de mayor capacidad de combate de las FFAA de Rusia. Si vamos a hablar de su base técnica, se utiliza el sistema de navegación vía satélite GLONASS. Sistemas rusos de recepción y de entrega de la información y emisoras. Además, todas las armas, los dispositivos de visión nocturna y el uniforme mismo son de producción rusa.
En el equipamiento Ratnik trabajaron cincuenta empresas del país. Su base es un mono de fibra sintética que “respira” y que es posible vestir dos días sin necesidad de quitárselo. El polímero, además de que protege al Ratnik de las llamas y de pequeñas esquirlas, lo hace invisible frente a los rayos infrarrojos, contra los que es posible dirigir el dispositivo nocturno. En la creación del chaleco antibala, el componente principal de la defensa, se consideró la experiencia del prototipo soviético probado en la guerra en Afganistán. Un oficial testigo de los hechos lo comentaba así:
–Los chalecos antibalas soviéticos representaban dos hojas flexibles verdes para el tórax y la espalda, unidos por arriba con cinturones. Cada hoja consistía en capas de fibra artificial densa, en las que se cosían láminas de titano. A la entrada en Kandagar y en otras áreas peligrosas, los choferes bajaban el vidrio y colgaban el chaleco en la puerta. Una mitad estaba colgada afuera y la otra en la cabina. De los disparos a la distancia protegían excelentemente, pero con una ráfaga de fusil a boca jarro no servía.
El nuevo chaleco antibalas no está hecho de titano sino de láminas de cerámica, con una combinación especial, contra las que no pueden ni los fusiles de francotirador. Su modificación para los marineros cumple la función de chaleco de rescate. Naturalmente que para el Ratnik es imprescindible el casco. Pero no se trata de uno banal sino de uno multifuncional de materiales compuestos. Comprende una videocámara para filmar las secuencias del combate, y un pequeño videomonitor, unido a la puntería del arma, a fin de apuntar desde cualquier posición. No ha sido tomada de momento la decisión sobre el arma principal, el fusil automático, señala Víctor Murajovski, director de la revista Arsenal de la patria:
–Compiten dos modelos fundamentales; el AK-12, del consorcio Kaláshnikov, y el AEK-971, de la planta mecánica de Kovrov. Pero, no solo el fusil automático es necesario, sino que es necesario en distintas modificaciones. Para las unidades motorizadas, para los miembros de carros de combate, para las fuerzas aerotransportadas y para las unidades especiales. Para ello es necesario un conjunto de puntería para los tiros de noche y de día: es necesaria la concordancia de las punterías con los modelos de armas.
La suerte del Ratnik será decidida por el Consejo de Expertos de la Comisión militar industrial, cuya reunión está programada para mayo.
sb/kg/aa
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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