Siete aeronaves no tripuladas (UAV/RPAS) volaron el pasado viernes y mostraron sus capacidades en el Aeródromo de Marugán, en Segovia, comercializados por Thales, Usol, Inda, Trimble, Triedro y Aerotools.
En la exhibición también se ha expuesto el funcionamiento de las estaciones en tierra que reciben y procesan los datos enviados por las aeronaves en tiempo real. De este modo, el público ha seguido el trabajo de los sensores y cámaras de los UAV para conocer mejor su utilidad en campos tan distintos como la defensa, la vigilancia, la cartografía y la agricultura, entre otros. Un incendio de una escombrera próxima ha añadido un extra de realismo al público, que periódicamente ha podido observar su evolución en dos grandes pantallas en las que se recogían en todo momento las imágenes servidas desde el aire por cada UAV.
Entre los asistentes interesados en las novedades de UAV/RPAS se ha contado con la presencia de miembros de las Fuerzas Armadas, laGuardia Civil y la Policía, además de servicios como el 112 y la Dirección General de Tráfico (DGT). También se encontraban profesionales de empresas relacionadas con las redes eléctricas, la agricultura de precisión, la cartografía y la vigilancia, entre otras actividades donde las aeronaves no tripuladas pueden aplicar sus capacidades.
Fulmar de Thales España
foto http://culturaaerea.blogspot.com.es/
El primero en volar ha sido el Fulmar, de Thales España, que, tras ser lanzado a las 10.00 horas por su catapulta,realizó pasadas en torno al aeródromo de Marugán durante media hora. Los asistentes, entre tanto, podían observar desde tierra la señal que el UAV transmitía en tiempo real.
El Fulmar, según el responsable de desarrollo de UAV de Thales España, Raúl de Santos, ya acumula en torno a 500 horas de vuelo y ha comenzado a comercializarse. El sistema ya opera en Malasia y Australia, “en condiciones de altas temperatura y humedad”. De momento existe una decena de unidades de este avión operativas.
K50 de Usol
foto infodefensa
El segundo aparato ha iniciado su carrera de despegue a las 11.00 horas. Se trataba de un avión de 50 kilos de peso: el K50 de la firma Usol, del que existen dos unidades que ya acumulan 700 horas de vuelo.
Este UAV despega y aterriza como un avión convencional, aunque de manera automática, como han comprobado los asistentes a las demostraciones de UNVEX´14 cuando, tras quince minutos de vuelo, el sistema ha tratado de tomar tierra por primera vez. En ese momento sus sensores han detectado que no todos los parámetros estaban en orden y a unos metros del suelo el aparato ha resuelto automáticamente volver a ganar altura, garantizando la seguridad de la operación y una elevada precisión en el aterrizaje. El motivo probablemente, según Jaime Aguareles, del departamento de sistemas de USOL, han sido las corrientes térmicas que suelen darse en la cabecera de pista de Marugán, un aeródromo bien conocido por los técnicos de la empresa, ya que es donde prueban sus UAS.
El helicóptero Milvius de Inda
foto infodefensa
Unos minutos después se ha elevado una aeronave de ala rotatoria: un Milvius operado por la empresa Inda; un ingenio de 7 kilos de peso capaz de elevar otros 7 kilos de carga gracias a la sustentación que le da su rotor principal de 1,8 metros de longitud. El aparato, que acumula en torno a 400 horas en el aire, ha sobrevolado quince minutos el entorno del aeródromo, buena parte de los cuales ha permanecido en vuelo estacionario, una capacidad que solo tienen los sistemas que no son de ala fija.
Micro B de Blue Bird-Triedro
Después de que un UX5 de Trimble operado por Geotronics hiciese su primera tentativa de vuelo –al demorarse en recibir la señal de los satélites que necesita se ha decidido pasar a la siguiente aeronave–, ha demostrado sus capacidades el MicroB de Blue Bird-Triedro. Se trata de un desarrollo israelí que ya cuenta con una notable experiencia en distintos usos, tanto militares como civiles.
Este sistema, de apenas un kilo de peso y con motor eléctrico, resulta especialmente difícil de detectar desde tierra. A 150 metros de altura, como explican desde la empresa, “prácticamente ni se le ve ni se le oye”. Sus desarrolladores también lo utilizan para aprender el manejo de UAS con vistas al uso de plataformas más grandes. En la demostración organizada por UNVEX´14 ha volado durante cinco minutos.
Usol K05
También es un pequeño UAS el que ha despegado, lanzado a mano, poco después. El K05, una vez en el aire, se mueve automáticamente en todo momento, incluido su aterrizaje recogido por una red. El sistema dispone de dos cámaras, una dirigida hacia adelante y otra hacia abajo. Esta segunda puede fijarse en un punto concreto y seguirlo en todo momento con el avión orbitando alrededor sin descanso, aun cuando se trate de un objeto móvil. El sistema, que ha volado durante diez minutos, está preparado para permanecer dos horas en el aire. Tras ese tiempo puede aterrizar y, en menos de cinco minutos, disponer de una nueva batería con la que volver a operar.
Recientemente ha sido ensayado en un buque de la Armada, desde donde se llegó a lanzar y recoger en mar abierto en hasta nueve ocasiones seguidas.
Además de volar su K05 y su K50, Usol (Unmanned Solutions) ha expuesto en Marugán el K150, un modelo de mayor tamaño que comenzará sus pruebas de vuelo dentro de unas semanas.
LARS de Aerotools-UAV
El último UAS previsto en demostrar sus capacidades en esta jornada de demostraciones aéreas de UNVEX´14 fue este ala fija. Este aparato también se lanza a mano, aunque precisa una pequeña carrera, sin gran dificultad. De hecho, el propio operador que se ha encargado de elevarlo iba retransmitiendo a los asistentes las características y el funcionamiento del aparato al mismo tiempo, mediante un micrófono inalámbrico. Tras volar durante unos ocho minutos, el sistema ha aterrizado automáticamente en un punto preestablecido.
UX5 de Trimble
Finalmente, ha sido un UX5 de Trimble, operado por la empresa Geotronics, el que ha levantado el vuelo, lanzado por su catapulta, después de que lograse configurar la conexión con los satélites que le impidió volar por la mañana. El aparato, de 2,5 kilos, ha realizado pasadas durante cinco minutos, aunque su autonomía es de 50 minutos.
Esta unidad es empleada por Geotronics para cartografiar, de forma totalmente automática, las áreas de terreno que previamente se le han ordenado. Su precisión en este cometido es de 3 centímetros desde una altura de 100 metros.
Fuente: infodefensa
http://www.infouas.com/
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