El escándalo de los drones sobrevuela por encima de las cabezas del FBI y la Agencia de Seguridad Nacional.
A la psicosis generada en todo el país tras la revelación de Edward Snowden del espionaje al ciudadando llevado a cabo por el Gobierno, se une ahora la irremediable confirmación por parte del FBI del uso de aviones no tripulados en suelo estadounidense en operaciones de vigilancia.
Robert Mueller, director de la Agencia, ha sido el encargado de reconocerlo ante el Comité Judicial del Senado, si bien ha matizado que “ha sido de manera muy reducida y muy rara vez”.
Desde que Snowden revelara la existencia de estos programas secretos de vigilancia, las respuestas y explicaciones del Gobierno tratan de ser lo menos alarmantes posible. El FBI insiste en que los drones han sido utilizados para operaciones en la frontera con México o en otro tipo de incidentes muy particulares, los cuales no dañarían en absoluto la privacidad de unos ciudadanos que miran al cielo con recelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario