El presidente ruso, Vladímir Putin, supervisa el lanzamiento del misil hipersónico Avangard en el Centro de Control de Defensa Nacional - AFP
Rusia despliega sus misiles hipersónicos capaces de superar el escudo defensivo de Estados Unidos
Putin asegura que su moderno sistema Avangard es capaz de alcanzar casi cualquier punto del mundo
Javier AnsorenaSEGUIR
CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado:27/12/2019 21:09hGUARDAR
La última vez que Rusia -entonces, la Unión Soviética- estuvo por delante de EE.UU. en las grandes aventuras tecnológicas fue en el albor de la carrera espacial, cuando lanzó al espacio los primeros satélites y la primera nave con un humano, Yuri Gagarin, a finales de la década de 1950.
Ahora el Kremlin asegura haber tomado la delantera a la primera potencia mundial en el desarrollo de un nuevo tipo de misiles, los hipersónicos. El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, informó al presidente del país, Vladimir Putin, de que el nuevo misil Avangard, con capaz de volar a una velocidad 27 veces superior a la del sonido, ha sido desplegado y está listo para el combate.
El Vanguard es una nueva arma que mejora el arsenal nuclear ruso. Como otras cabezas nucleares, va montado sobre un misil intercontinental. Su principal avance, además de su velocidad, es que, tras la separación, es capaz de hacer giros bruscos de dirección en la atmósfera camino de su objetivo, lo que lo hace mucho más difícil de interceptar. Tiene capacidad de transportar una cabeza nuclear de hasta dos megatones.
Putin presentó el misil en su discurso sobre el estado de la nación de marzo del año pasado, y aseguró que su capacidad de maniobra hará los sistemas de defensa antimisiles -como el de EE.UU.- inútiles.
«Va al objetivo como un meteorito, como una bola de fuego», dijo en aquel discurso.
Según el ejército ruso, el misil ha sido desplegado en una base de la región de Orenburg, en el sur de los montes Urales.
El Avangard fue probado con éxito hace un año, con un lanzamiento desde la base militar de Dombarovskiy, muy cerca de la frontera con Kazajstán. El misil impactó en su objetivo en el campo de tiro de Kura, en Kamchatka, en la otra punta del país, a 6.000 kilómetros de distancia.
Rusia invitó a inspectores estadounidenses a comprobar el desarrollo del nuevo misil el mes pasado, como parte de las medidas de transparencia del tratado de armamento nuclear New Start.
El despliegue del misil es el último avance de Rusia en la carrera militar de los misiles hipersónicos, donde EE.UU. pierde comba frente a otras potencias militares. El ejército ruso ya cuenta con otro misil hipersónico de menor rango -el «Kinzhal» o «Daga»- que va montado sobre cazas MiG-31 y que ya está en funcionamiento en las fuerzas aéreas rusas desde el año pasado. El ‘Kinzhal’ viaja a una velocidad diez veces superior a la del sonido, tiene un rango de más de 2.000 kilómetros y puede llevar una cabeza nuclear o un arma convencional, con la capacidad de impactar en objetivos terrestres o en barcos.
China también ha realizado pruebas con sus propios misiles hipersónicos, como el Dong Feng 17, con capacidad para volar a cinco veces la velocidad del sonido y que mostró en el desfile militar del 70º aniversario de la fundación del estado comunista chino.
El secretario de Defensa de EE.UU., Mark Esper, reconoció el pasado agosto que el Pentágono necesitará «un par de años» para desarrollar sus propios misiles supersónicos y calificó la obtención de este nuevo armamento como prioridad para el ejército estadounidense.
El despliegue del Vanguard tensa la cuerda en las relaciones militares entre EE.UU. y Rusia. El pasado agosto, EE.UU. abandonó formalmente el tratado de armas nucleares intermedias (INF, en sus siglas en inglés) que le unía a Rusia, después de acusar a Moscú de haber violado sus condiciones con el despliegue de un misil prohibido.
Putin ha defendido en el pasado que el desarrollo de armas como el Vanguard se debe a los esfuerzos de EE.UU. por mejorar su sistema de defensa antimisiles
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