Según la Agencia de Noticias Ahlul Bait (P) ABNA - Emiratos Árabes habría enviado a 450 mercenarios sudamericanos a pelear en la guerra que protagoniza en Yemen. Si bien la mayoría serían de Colombia, un extenso reportaje de The New York Times asegura que también hay chilenos en ese contingente.
"Es el primer despliegue en combate de un ejército extranjero que los Emiratos han construido en silencio en el desierto durante los últimos cinco años, de acuerdo a varias personas que han participado en el proyecto", dice la nota que agrega que esos 450 hombres fueron elegidos de 1.800 soldados latinoamericanos formados en una base militar de los Emiratos Árabes.
El NYT tomó como fuentes personas que han regresado del lugar y que contaron que el programa primero fue gestionado por una empresa privada conectada a Erick Prince (fundador de la conocida Brackwater Worldwide), pero que ese papel lo dejó hace años y esto ahora está en manos de los propios militares de Emiratos.
"Funcionarios de los Emiratos Árabes Unidos han hecho un punto de reclutamiento de tropas colombianas sobre otros soldados latinoamericanos porque consideran que los colombianos tienen más experiencia en batalla por las guerrillas", dice la publicación. Una vez en Yemen, pueden pasar semanas en entrenamientos antes de unirse a soldados sudaneses, reclutados por Arabia Saudita.
Hay que recordar que desde comienzos de 2015, una coalición liderada por Arabia Saudita y Estados Unidos iniciaron una campaña en Yemen para combatir a los rebeldes Huzis y que expulsaron al gobierno pro saudí del fugitivo presidente Abed Mansur Hadi de la capital, Saná. En esa pelea los mercenarios son "una opción atractiva para las naciones ricas que desean hacer la guerra, pero cuyos ciudadanos pueden no querer pelear", dijo Sean McFate, autor de "El mercenario moderno".
"La fuerza de América Latina es un secreto oficial en los Emiratos Árabes" y en un principio tenía como objetivo liderar misiones de control interno, como la custodia de oleoductos y la represión de eventuales revueltas de trabajadores extranjeros. Sin embargo, se les anticipó que algún día los podrían enviar fuera del país para vigilar buques comerciales. Si por irse a Emiratos reciben entre US$ 2.000 y US$ 3.000 al mes, por ir a Yemen reciben US$ 1.000 adicionales.
Esto recuerda lo que sucedió entre 2005 y 2010 cuando una empresa contratista del Ejército norteamericano (el mencionado Blackwater) llevó entre 100 y 200 chilenos por año a un Irak en guerra, donde trabajaron como guardias privados.
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