jueves, 3 de septiembre de 2015

Arabia Saudí enfrenta un declive económico irreversible




El pasado mes de agosto fue testigo de un derrumbe en los índices bursátiles de Arabia Saudí de tal magnitud que fue superado sólo por el de Grecia, un país que enfrenta una durísima crisis económica.

Muchos expertos vincularon esta caída, la mayor experimentada por Arabia Saudí en siete años, al fuerte descenso de los precios del petróleo y a la continuación de la guerra de Yemen.

El lunes 31 de agosto, el índice de la Bolsa saudí Tadawul All Share retrocedió un 2,2% para alcanzar los 7522,47 puntos. Durante el mes de agosto, el índice perdió el 17%, una caída inédita desde octubre de 2008.

El precio del barril de Brent, que determina el del 50% de los precios petrolíferos en el mundo, está a la baja desde hace cuatro meses consecutivos. Los ingresos petrolíferos constituyen el 90% de los ingresos del presupuesto saudí.

Las reservas petrolíferas del reino saudí se elevan a 270.000 millones de barriles de dólares, según estimaciones de la Administración de Información sobre la Energía de EEUU (EIA). Esto quiere decir que si la producción saudí de petróleo se mantiene en su nivel actual de cerca de 10 millones de barriles por día, sus reservas durarán unos 75 años.

Sin embargo, el analista Nicholas Wells (CNBC) indicó que con el precio actual del barrio de crudo, que se sitúa alrededor de 40 dólares estadounidenses, Arabia Saudí agotará sus reservas financieras mucho antes de esa fecha. Incluso con un precio de 60 dólares, el país se vería obligado a recurrir a sus reservas acumuladas en el pasado, falto de medidas que permitan reducir los costes de producción.

El economista francés Michel Santi publicó un artículo en La Tribune el pasado 25 de agosto en que señala que la táctica saudí de inundar el mercado petrolífero con el fin de debilitar a sus competidores y eliminar la rentabilidad de la producción de petróleo de esquisto en EEUU está condenada al fracaso y "es una apuesta perdida que el país pagará muy caro".

El economista francés señala que al decidir en noviembre de 2014 iniciar una política tendente a hacer caer los precios, Arabia Saudí apostó por el hundimiento de los productores de petróleo de esquisto de EEUU contando con hacer subir de nuevo los precios una vez que aquellos fueran desapareciendo.

Santi señala que Arabia Saudí ignoró simplemente que "los mercados petrolíferos han cambiado fundamentalmente desde la época en la que las inversiones no eran rentables más que tras una decena de años y era necesario consagrar sumas muy sustanciales para explotar los pozos de petróleo, que no producían hasta después de muchos años". Él cree, en este sentido, que la política tendente a hacer bajar los precios con el fin de dañar a los competidores para elevarlos más tarde y beneficiarse del logro de un cuasi-monopolio se ha convertido en obsoleta".

Él cree que “la técnica del fracking permite hoy explotar pozos de forma casi inmediata y con costes tan bajos como un millón de dólares. En este sentido, el fracking ha revolucionado el mundo del petróleo que fue en su día el coto y prerrogativa de ciertos estados porque requería una inversión inicial masiva".

De este modo, los productores del petróleo de esquisto no sólo no sufren por la táctica saudí, sino que ellos "se verían beneficiados en el caso de un incremento en los precios, ya que eso les permitiría ampliar sus zonas de explotación, y podrían actuar para rebajar los precios, si lo desean, mediante el aumento de la oferta".

Su conclusión es que "Arabia Saudí ya no es un productor de referencia, y ya no es capaz tampoco de influir de forma decisiva sobre el precio del petróleo".

Él prevé, en este sentido, una gran tempestad de arena sobre el reino wahabí y cree que “Arabia Saudí sufrirá grandes problemas económicos dentro de unos dos años y se verá confrontada a una crisis existencial en el plazo de cinco". Ella precisaría de un petróleo a 106 dólares el barril para equilibrar su presupuesto, pero no puede ya soñar con tales precios en presencia de una industria del fracking caracterizada por el dinamismo y la innovación.

Santi no es el único experto en pronosticar un declive económico acelerado del reino wahabí. Numerosos expertos no dudan en predecir una catástrofe económica en Arabia Saudí en los próximos diez años y un declive irreversible del reino.
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