jueves, 27 de marzo de 2014

¿A quién molesta el programa de creación del caza de quinta generación ruso-indio?



Fotо: www.sukhoi.ru


DEFEXPO-2014 es una exposición de armamento terrestre y naval en Nueva Delhi, pero en el salón es imposible evitar la discusión del tema de la aviación, especialmente sobre el telón de fondo de las críticas en la prensa india a uno de los programas ruso-indios más ambiciosos, a saber: el programa de creación del caza de quinta generación FGFA sobre la base del proyecto ruso T-50 PAK FA.


En rueda de prensa el vicedirector del Servicio Federal para la Cooperación técnico-militar de Rusia, Viacheslav Dzirkaln, señaló que el trabajo en el proyecto continúa de acuerdo con el orden acordado y la campaña desplegada en la prensa no entorpece esa labor. Al propio tiempo, semejante ataque informativo prueba que en la India hay un número suficientes de detractores de la cooperación con Rusia en este campo. Las raíces del problema se ven a simple vista: la estructura de la Fuerza Aérea de la India, que apuesta básicamente por la explotación de aviones de fabricación rusa y francesa, supone la existencia como mínimo de dos grupos de presión – uno prorruso y otro profrancés. Al propio tiempo, el segundo grupo, que acaba de ganar la licitación para el suministro de aviones medianos multifuncionales de combate (Medium Multi-Role Combat Aircraft (MMRCA) – el caza francés Rafale), experimenta escasez de recursos: el alto precio de Rafale y las no muy grandes posibilidades económicas de la India, imponen la búsqueda de medios adicionales, y el programa conjunto con Rusia de creación del caza de quinta generación es en estas condiciones blanco para los ataques de los cabilderos. 

A la vez, los argumentos contra el Sukhoi/HAL Fifth Generation Fighter Aircraft (FGFA) no son tantos. Más que nada se critica el precio del avión, que, por lo visto, superará los cien millones de dólares por unidad. Sin embargo, la próxima adquisición del Rafale a un precio que se acerca a los veinte mil millones de euros por ciento veintiséis máquinas, evidentemente resultará aún más costosa. Al mismo tiempo, no hay que olvidarse de la diferencia de generaciones: el prototipo del FGFA, el caza T-50, realizó su primer vuelo en enero de 2010, veintitrés años después que el primer Rafale. 

Pero si al Rafale se le puede encontrar un sustituto entre otros aparatos con características técnico tácticas parecidas, pues, desde este punto de vista, el proyecto FGFA es único: nadie más ofrecerá a la India un caza pesado de quinta generación. 

No obstante, “la pugna por el dinero” continúa y, teniendo en cuenta la actual situación, difícilmente cese pronto. Hay especialistas que opinan que es muy probable que la India renuncie al Rafale, anulando los resultados de la licitación para los suministros de los MMRCA y redistribuyendo los medios a favor de otros programas, incluido el FGFA. 

El caza de quinta generación no es el único proyecto conjunto de los constructores aeronáuticos rusos e indios. Ambas partes cifran grandes esperanzas en el proyecto de avión de transporte multifuncional (medium transport aircraft) MTA, sobre la base del avión Il-214. 

Aún en 2007 los gobiernos de Rusia y la India suscribieron el acuerdo sobre el proyecto y construcción del avión MTA. Posteriormente los futuros socios convinieron en que a cada una de las partes, la rusa y la india, les corresponderá el 50 % de las acciones de la empresa. La sede se abrirá en Nueva Delhi. La producción del avión se alojará tanto en Rusia como en la India. Los planes de producción prevén el lanzamiento de doscientas cinco aeronaves, de las cuales el 3 % podrá exportarse a terceros países. En caso de que todo se desarrolle acorde con el plan, el primer vuelo del MTA se hará efectivo entre 2016 y 2018. En palabras de Víctor Livánov, constructor general de la Sociedad Anónima Iliushin, el Ministerio de Defensa de Rusia tiene previsto encargar un centenar de este tipo de aviones y la India cuarenta y cinco. El potencial general del mercado de aviones MTA se estima en trescientas noventa unidades, teniendo en cuenta los aviones de transporte civil. 

En este mes de febrero deberá superarse una etapa importante más: la presentación de la documentación del proyecto del avión. Por ahora no se menciona con exactitud la fecha del primer vuelo, pero, lo más probable es que tenga lugar en 2017. 

La ejecución del proyecto MTA afronta no pocos problemas, pero el éxito de la máquina es de suma importancia tanto para la Fuerza Aérea de Rusia como de la India. Ambos países disponen de una gran cantidad de instalaciones alejadas, que requieren abastecimiento por aire, pero el empleo de aviones tipo Il-76 no siempre, ni mucho menos, es posible y conveniente. 

La ejecución de los proyectos FGFA y MTA permitirá a la Fuerza Aérea de la India contar con una industria aeronáutica moderna. Y Rusia tendrá la posibilidad, a expensas del dinero de los socios, de seguir avanzando en el diseño, elevando el nivel tecnológico y la competencia de los diseñadores. En las condiciones en que los proyectos de nuevas máquinas se vuelven cada vez más caros y complicados, tal posibilidad no se puede desperdiciar. 

mj/kg/ll

Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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