Sergio Álvarez viernes, 03 de enero de 2014
Foto: Sochi 2014
Los días 29 y 30 de diciembre, la ciudad rusa de Volgogradofue castigada con dos atentados terroristas, el primero en la estación de trenes y el segundo en un trolebús. A partir del 7 de febrero, los Juegos Olímpicos de Invierno se celebrarán en Sochi, 690 km al noreste de la localidad donde se han producido estos sucesos. Allí estarán más de 2.500 deportistas de 90 países. Un grupo insurgente islámico del sur del país ya ha declarado que los Juegos Olímpicos son un objetivo para ellos, calificándolos de "bailes satánicos sobre las tumbas de nuestros antepasados".
En su tradicional mensaje de Año Nuevo, Vladimir Putin ha fue tajante al afirmar que su gobierno seguirá "luchando enérgicamente contra los terroristas hasta aniquilarlos por completo". También ha garantizado el apoyo "a todos los afectados por estos actos inhumano".
Entre las medidas anunciadas por Putin, destacan los 40.000 soldados y policías que Rusiadesplegará para proteger la sede olímpica. Las comprobaciones de identidad estará entre las más rigurosas jamás practicadas en un evento deportivo, y Rusia endurecerá los operativos de persecución y captura de los autores de los atentados.
Según declaró el funcionario policial regional Andrei Pilipchuk a la agencia de noticias Interfax,Volgogrado ya tiene a 5.200 miembros de Cuerpos de Seguridad en sus calles, con multitud de policías cubiertos con chalecos antibalas vigilando a los transeúntes, y soldados haciendo guardia en las paradas de los autobuses. Es más, las autoridades cancelaron las celebraciones de Nochevieja y pidieron a los habitantes que no lanzaran fuegos artificiales. Con estas medidas ya en marcha, no es de extrañar que Alexander Zhukov, miembro ruso del Comité Olímpico Internacional, no crea que se deba hacer un esfuerzo adicional tras los atentados, porque "se ha hecho ya todo lo necesario".
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