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El Ejército chino equipa sus bombarderos Xian H-6 para que sean capaces de llevar misiles excepcionalmente largos. Al menos esta es la opinión de los expertos militares de Japón que registraron el vuelo de un avión de ese tipo cerca de sus aguas.
El sistema de defensa antiaérea japonés detectó la aeronave a unos centenares de kilómetros de Tokio. Los cazas que despegaron para seguirla pudieron registrar el número de identificación 81215. Los pilotos japoneses reportaron también que bajo el ala derecha había una estructura capaz de portar un cohete de hasta siete metros de largo.
Según la opinión más aceptada, esta ha sido diseñada para el misil supersónico antibuque YJ-12: uno de los más modernos y más enigmáticos del mundo. Sin embargo, la reciente publicación de la revista rusa 'Voyénnoye obozrenie' ('Reseña militar') destaca que la mayor parte de la información difundida sobre esta arma no es más que estimaciones.
Los datos obtenidos no ayudaron a los expertos a determinar cuál es la amenaza que presenta un bombardero dotado con un misil como este. Además, el propio misil no estaba presente en el hueco diseñado para él.
Sin embargo, indicaron que el desarrollo del YJ-12 comenzó en los años 1990. Participaron en el proyecto la Academia China de Tecnología Electromecánica Águila del Mar (CHEMTA, por sus siglas en inglés) y el Grupo Industrial Aeroespacial de Tres Ríos, que forman parte de la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial China (CASIC).
El primer proyecto apareció finalmente a comienzos de los años 2000 y a mediados de la década el complejo industrial militar de China empezó a producir los misiles nuevos por pieza. Los primeros ensamblados medían cerca de siete metros y estaban dotados con un estatorreactor de combustible líquido.
En todo este tiempo no ha habido evidencia alguna de la realización pruebas con este proyectil antibuque.
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