La implementación del plan ruso-estadounidense sobre la destrucción de las armas químicas sirias evitará una operación militar, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, tras reunirse con su homólogo de EEUU, John Kerry.
El plan se acordó en Ginebra en el tercer día consecutivo de negociaciones sobre la iniciativa rusa de poner bajo el control internacional el armamento químico sirio. Según Lavrov, el objetivo puesto por los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Barack Obama, ha sido alcanzado.
“Alcanzamos el objetivo formulado por nuestros presidentes durante la conversación que tuvieron el viernes 5 de septiembre en la cumbre del G20en San Petersburgo (…) que consistía en poner bajo control internacional los arsenales químicos sirias”, señaló Lavrov después de la reunión.
Lavrov insistió en que toda conclusión sobre el uso de armas químicas en Siria se debe hacer solo después de los inspectores de la ONU -que realizaron una investigación en el país árabe el mes pasado - publiquen su informe.
“Si deseamos reforzar el papel que desempeña el Consejo de Seguridad de la ONU, debemos respetarlo y no vaticinar qué conclusiones hará al examinar el informe de los inspectores”, recalcó Lavrov al añadir que Rusia está dispuesta a apoyar una resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria si resulta que una de las parte del conflicto recurrió a gases tóxicos.
Lavrov apuntó que Rusia y EEUU esperan que la oposición siria participe incondicionadamente en la futura conferencia Ginebra 2 destinada a encontrar una solución al conflicto. En particular, los rebeldes deben tomar su parte de responsabilidad en asegurar el trabajo de los inspectores que viajarán a Siria para evaluar los almacenes de armas químicas.
Según Lavrov, la solución del problema de las armas químicas sirias permitirá crear una zona sin armamento de destrucción masiva en Oriente Próximo.
Por su parte, Kerry afirmó que el arreglo en Siria debe ser política pero insistió en que los inspectores deben finalizar su trabajo antes de diciembre para que la destrucción de lasarmas químicas sirias termine hacia mediados de 2014.
Según Kerry, el presidente de Siria, Bashar Asad, debe garantizar el traslado de la totalidad de este armamento fuera de su país. El secretario de Estado de EEUU indicó que la ONU podría facilitar los medios necesarios para financiar la destrucción del armamento.
“Acordamos contribuir a la destrucción de estas armas, también financieramente. En el marco de la ONU intentaremos asegurar la participación de nuestros socios internacionales”, manifestó Kerry.
Kerry adelantó también que el Consejo de Seguridad tratará qué medidas concretas se deben aplicar contra los responsables del uso de armas químicas en Siria y elaborará una resolución que preverá el uso de la fuerza en caso de que se incumplan las exigencias del plan de Rusia y EEUU.
Sin embargo, Kerry declaró que EEUU considera que el uso de la fuerza contra Siria puede ser decidido tanto por el Consejo de Seguridad como por el presidente estadounidense, Barack Obama.
“Nuestra Constitución establece que el comandante en jefe del país -el presidente de EEUU- tiene siempre el derecho de tomar una decisión necesaria para garantizar la seguridad nacional. (…) Pero el presidente indicó también que quisiera encontrar una solución diplomática”, anunció Kerry.
Kerry afirmó igualmente que EEUU está agradecido a Putin por su iniciativa de celebrar en Ginebra negociaciones sobre las armas químicas.
El comunicado publicado después del encuentro indica que se deben eliminar no solo las armas químicas sirias sino también las instalaciones donde se desarrollan y se producen. El propio armamento, según el texto, debe destruirse fuera de las fronteras de Siria.
El documento señala igualmente que Rusia y Estados Unidos presentarán en los próximos días sus propuestas sobre el tema de Siria a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas.
Previamente, Barack Obama declaró que EEUU seguirá amenazando a Siria con una operación militar hasta que comprueba que Bashar Asad está dispuesto realmente a renunciar a las armas químicas.
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