REUTERS
Como se refleja en la imagen, el soldado del Ejército Nacional Afgano, como si de una película de Hollywood se tratara, se acercó con cautela al terrorista suicida detenido para desactivar los explosivos que llevaba pegados al pecho.
Cubierto de la cabeza a los pies con el equipo de protección pero con sus extremidades todavía peligrosamente expuestas, este afgano experto en desactivación de explosivos puso en juego su vida para dejar sin efecto el chaleco bomba del suicida.
Después de un cuidadoso trabajo del soldado, el terrorista finalmente fue llevado con el rostro ensangrentado y atado por pies y manos a uncentro de detención para ser interrogado.
A un centenar de kilómetros de allí por el paso de Khyber, en la ciudad paquistaní de Peshawar no tuvieron tanta suerte y un coche bomba estalló matando al menos a 16 personas y dejando a más de una decena de heridos.
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