28.06.2013 | 02:19
Operarios de Navantia trabajan en un S-80.
Dos pájaros de un tiro. Navantia tiene en sus manos una solución rápida para retomar cuanto antes la construcción de los submarinos S-80 con la que tratar de minimizar la lluvia de críticas contra la compañía por el grave error que se ha cometido en el proyecto, informa Andrés TORRES.
El sumergible se ha diseñado con un exceso de peso de casi cien toneladas, de modo que su flotabilidad no está garantizada y la propia empresa pública de construcción naval anunció hace varias semanas que la entrega del primero de los cuatro que está fabricando para la Armada española se retrasaría al menos dos años, mientras se solucionaba este problema. Sin embargo, gana enteros una de las propuestas que partió de los trabajadores del propio astillero de Cartagena, que, ante el avance en la construcción de la primera nave -que roza el 75% de la obra-, han planteado que esta primera unidad se acabe sin el sistema de propulsión AIP. Se trata de una unidad independiente del aire que evita que el submarino tenga que emerger para desplegar el snorkel y renovar el oxígeno en el interior, de modo que la nave puede estar más tiempo sumergida y, por tanto, oculta ante posibles amenazas o para tareas de vigilancia. Lo cierto es que este avanzado sistema de propulsión iba a ser uno de los rasgos principales del S-80, pero renunciar a él y equipar el submarino con motores convencionales solucionaría los problemas de sobrepeso y, sobre todo, permitiría retomar los trabajos tras el verano y entregar este primer submarino, llamado «Isaac Peral», cuando estaba previsto, en el año 2015. La propuesta también prevé que los tres siguientes submarinos de la serie sí incorporen el nuevo sistema de propulsión AIP, una vez corregidos los errores de sobrepeso.
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