Netanyahu disculpa a su hijo en la polémica grabación fuera de un club de estriptis
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, será interrogado en las próximas semanas dentro de un caso de presunta corrupción en la compra por parte de Israel de submarinos a una naviera alemana, informó hoy el canal Jadashot.
Netanyahu será interrogado, pese a que las autoridades han asegurado en diversas ocasiones que el jefe de Gobierno no es sospechoso en este caso.
Sin embargo, la Policía quiere tomarle declaración porque algunos de sus consejeros más cercanos están implicados en él, en especial Yitzjak Moljo -negociador jefe de Netanyahu y su enviado personal durante la última década- y David Shimron, primo del mandatario y su abogado personal.
Según Jadashot, también será interrogado el ministro israelí de Energía, Yuval Steinitz, pues varios de sus ayudantes aparecen implicados en el caso.
La cadena indicó que la Policía quiere saber cómo es posible que tantas personas que rodean a ambos políticos estén involucradas en esos hechos y ellos no supieran nada.
Un portavoz de Netanyahu negó al canal cualquier relación del primer ministro con el conocido como Caso 3000.
Los investigadores sospechan que algunos representantes del Estado recibieron sobornos para influir en la decisión de comprar submarinos y barcos patrulla de la naviera alemana ThyssenKrupp, a pesar de la oposición del Ministerio de Defensa.
La Policía baraja que Moljo intentó pujar para cerrar el contrato de los submarinos en sus viajes al extranjero, mientras que Shimron trató de promover los intereses de la naviera alemana en Israel.
Netanyahu ha sido interrogado en diversas ocasiones por otros dos dossieres en los que es sospechoso, los casos 1000 y 2000, aunque Netanyahu niega las acusaciones.
En el Caso 1000, él y su esposa Sara son sospechosos de recibir regalos ilícitos de millonarios benefactores, entre ellos varios miles de euros en champán y puros, del productor de cine de Hollywood Arnon Miljan.
En el Caso 2000, el primer ministro es sospechoso de un intercambio ilícito con el editor del periódico Yediot Ajaronot, Arnon Mozes, por el que el mandatario israelí habría pactado debilitar al rival del rotativo de Mozes, Israel Hayom, a cambio de una cobertura más favorable.
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