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'Tubo de Satán': por qué el lanzallamas Shmel es el arma más peligrosa de la infantería rusa
© Sputnik/ Said Tsarnayev
Durante los ejercicios militares celebrados en el polígono de la región de Volgogrado, las unidades de defensa radiológica, química y biológica del Distrito Militar Sur de Rusia bombardearon las posiciones de un enemigo convencional con el potente lanzallamas Shmel.
Los soldados rusos aplicaron modernas modificaciones al lanzallamas para mejorar su alcance y potencia. Shmel es un arma sorprendente, ya que su potencia de fuego es equiparable con la de un obús de 152 milímetros.
La única diferencia entre ambas armas radica en su peso. El Shmel pesa tan solo 11 kilogramos y puede ser llevado en la espalda por un soldado de infantería. Incluso, la versión modernizada es aún más ligera.
© SPUTNIK/ VITALI ANKOV
Muchos expertos en materia militar califican el lanzallamas Shmel como el arma más mortífera de la infantería rusa, considera Andréi Stanavov, columnista de Sputnik.
"Esta máquina infernal tiene una potencia monstruosamente destructiva (…) que equivale a la de un proyectil utilizado por la artillería pesada", sostiene Stanavov.
La detonación de un proyectil lanzado por Shmel conduce a la formación de una nube aerosol altamente incendiaria. Si esta munición penetra en la ventana de un edificio, las personas que se encuentren allí no tendrán ninguna oportunidad de sobrevivir.
A pesar de que hay muchas modificaciones de lanzafuegos en el mundo, las que fueron producidas en Rusia se destacan entre todas. Su ventaja más importante radica en su alcance. El compacto y ligero Shmel es capaz de lanzar una bola de fuego a una distancia de hasta 800 metros.
"El mortífero insecto tiene una estructura bastante simple. Un cañón de plástico desechable con bridas funciona como un contenedor que transporta una carga de propulsión a chorro. Gracias a su hermeticidad, es completamente imposible que la humedad y el polvo penetren en su interior. En la superficie exterior hay dos agarraderos, un gatillo y la mira telescópica".
Inicialmente, el lanzallamas fue diseñado para su uso durante la guerra en Afganistán. En 1988, la URSS lo puso en servicio en sus unidades de infantería.
Debido a su poder incendiario, los muyahidines afganos bautizaron esta arma como el tubo de Shaitán —el equivalente a Satán en los países occidentales—.
La característica tal vez más importante del Shmel es el hecho de que tiene una cápsula de carga cumulativa que permite perforar vehículos blindados ligeros, coches, paredes de edificios y muros de fortificaciones.
© SPUTNIK/ KIRILL BRAGA
Después de que la carga perfore las superficies citadas, otra pulveriza un aerosol que forma una nube de fuego de siete metros de diámetro.
El efecto de la explosión no da oportunidades al enemigo para escapar. En un espacio cerrado todo lo vivo se reduce a cenizas. Tras explotar dentro de un pequeño edificio, la onda explosiva genera una presión tremenda capaz de destrozar paredes y arrancar el techo de la vivienda, explica el columnista.
Pese al hecho que el arma cuenta con características sobresalientes, los ingenieros rusos siguen mejorándolas. Una de las versiones más modernas del Shmel es el PDM-A con un alcance y potencia elevados.
Además, un bulto con dos lanzafuegos, capaces de lanzar proyectiles a una distancia de hasta 1.700 metros, pesa tan solo 19 kilogramos.
Rusia suele armar con los lanzafuegos Shmel a los soldados de sus unidades de defensa química, bilógica y radiológica, así como a los marines y los militares de operaciones especiales.
https://mundo.sputniknews.com/defensa/201708311071988588-defensa-armas-rusia-armamento/
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