Cubadebate |
Por Kyung Lah, Alberto Moya, CNN
13:01 ET (17:01 GMT) 30 agosto, 2017
Lo más importante
En la base militar de Fort Greely, Estados Unidos se prepara para combatir una posible amenaza desde Corea del Norte
En 18 pruebas que se han hecho, los interceptares han alcanzado sus objetivos 10 veces
El programa de defensa de misiles tiene un 60% de índice de éxito, pero mejora con cada lanzamiento
Fort Greely, Alaska (CNN) - “El impacto será Los Ángeles”, dice el mayor. “Estamos enfrentando la amenaza en este momento”.
La tripulación dentro de Fort Greely se dirige a los misiles balísticos intercontinentales lanzados por territorio enemigo y que se dirigen directamente a California.
Esto es, afortunadamente, un ejercicio desclasificado para que CNN pueda ver una versión de las prácticas que se llevan a cabo de manera repetida en Fort Greely, hogar del último recurso de Estados Unidos para luchar contra los misiles balísticos intercontinentales.
“Hemos enfrentado la amenaza a Los Ángeles con 2 interceptores terrestres (GBI por sus siglas en inglés)”, dice el mayor, que no puede ser nombrado por razones de seguridad.
Él y soldados de la Guardia Nacional del Batallón 49 de Defensa de Misiles se resguardan en el Centro de Dirección de Fuego, llamado así porque, entre otras misiones, es responsable por el nivel táctico de ejecución de los interceptares. Los GBI, o interceptares terrestres, son lanzados desde Fort Greely y desde la Base Aérea de Vandenberg en California.
Soldados de la Guardia Nacional participan en un ejercicio dentro del Centro de Dirección de Fuego. El nombre de uno de los funcionarios que aparecen en esta foto ha sido oscurecido por razones de seguridad.
El ejercicio termina con éxito. “La amenaza a Los Ángeles ha sido interceptada y destruída”, dice el mayor.
A CNN se le permitió hacer una visita al campo de protección que tiene Estados Unidos contra un misil balístico intercontinental (ICBM): el Complejo de Defensa de Misiles ubicado en Fort Greely, Alaska.
Imagen de un interceptor de misiles en tierra almacenado en Fort Greely, Alaska.
Situado en una desolada sección del desierto de Alaska, 240 kilómetros a las afueras de Fairbanks, los depósitos de misiles están enterrados en el suelo. Treinta y ocho misiles, ocultos en bodegas que se abren con bisagras, apuntan al cielo listas para el lanzamiento. Se prevé que seis misiles adicionales entrarán en vigor en Fort Greely a finales de año.
Soldados de la Guardia Costera acompañaron a CNN a uno de los silos de misiles para ver uno de los interceptares. Nos advirtieron que, en cualquier momento, una alarma podría sonar y tendríamos que dejar todo nuestro equipo y evacuar antes del lanzamiento de los interceptares.
Fort Greely es una de las líneas de protección de Estados Unidos de un posible ataque nuclear de Corea del Norte.
“El vehículo asesino está justo aquí, hacia arriba”, dice el coronel Orlando Ortega, comandante del Batallón 49 de Defensa de Misiles, señalando que la tecnología clave que está en la punta del misil. El “vehículo asesino”, técnicamente conocido como ‘Exoatmospheric Kill Vehicle’, o EKV, está diseñado para ser lanzado en el misil que venga y destruirlo.
“Entrenamos para disparar bala por bala y destruirlo así no nos destruimos”, dice el mayor de la Guardia Nacional. “Corea del Norte se está volviendo realmente más agresivo en sus pruebas y en su retórica. Lo que lo vuelve más real para nosotros”.
Según información de la Agencia de Defensa de Misiles, en 18 pruebas que se han hecho, los interceptores han alcanzado sus objetivos 10 veces. Todas esas pruebas fueron lanzamientos controlados.
El senador republicano de Alaska Dan Sullivan admitió que el programa de defensa de misiles tiene un 60% de índice de éxito, pero dijo que la tecnología sigue mejorando con cada prueba, como lo mostró una interceptación exitosa de un ICBM por parte de la Agencia de Defensa de Misiles en mayo. También explicó que el programa, que ha costado hasta el momento 40.000 millones de dólares, podría tener costos adicionales de miles de millones si se aprueba una ley.
Es un programa caro, agrega Sullivan, pero es un seguro necesario de cara al comportamiento impredecible e instable de Kim Jong-un.
http://cnnespanol.cnn.com/2017/08/30/
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