Taiwán lanzó hoy un proyecto de diseño y construcción de submarinos y buques de guerra en una ceremonia celebrada en la base naval de Tsoying, en el sur de la isla, con la asistencia de su presidenta, Tsai Ing-wen.
Tsai presenció la firma del convenio de cooperación entre la Armada, los astilleros CSBC y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan para el desarrollo y construcción de submarinos y navíos militares.
El proyecto de construcción de submarinos coincide con una creciente retórica intimidatoria de China, tanto en el frente político, para lograr la unión y combatir la independencia de Taiwán, como en el militar, con el envío de barcos y aviones a las cercanías de la isla y al mar de China Meridional.
Taiwán, según un informe del Ministerio de Defensa presentado ante el Parlamento el jueves pasado, planea aumentar sus gastos en defensa, adquirir equipos bélicos avanzados en Estados Unidos e intensificar el desarrollo propio de aviones, misiles, submarinos y navíos militares.
El desarrollo de submarinos propios es un punto importante en la política de defensa de la presidenta Tsai ante la negativa de los principales fabricantes mundiales de sumergibles a venderlos a la isla, debido a la oposición china.
La presidenta quiere unir el desarrollo de armas con el avance tecnológico de Taiwán, por medio de la cooperación con el sector privado, y también promover la creación de empleos.
Actualmente, Taiwán dispone de dos submarinos estadounidenses, reliquias de la Segunda Guerra Mundial de la clase Guppy, y de otros dos holandeses (Zwaardvis Mk 2) construidos a principios de la década de 1980.
Estados Unidos expresó hace unos años la disponibilidad a cooperar en el suministro de submarinos a Taiwán, pero el plan entró en vía muerta debido a restricciones en los fondos taiwaneses disponibles, problemas técnicos y la presión china.
Taiwán espera transferencia de tecnología estadounidense para su programa de desarrollo de los submarinos y navíos militares, ya que Washington es el primer suministrador de equipos bélicos a la isla, y hace menos de una semana entregó dos fragatas con capacidad para reforzar las defensas antisubmarinas taiwanesas.
Taiwán necesita una capacidad militar que impida su conquista por parte de China antes de que Estados Unidos decida intervenir de acuerdo con la Ley de Relaciones con Taiwán, por la que Washington se comprometió a suministrarle armamento defensivo.
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