martes, 25 de octubre de 2016

Rusia diseña nuevo torpedo para submarinos


24 de octubre de 2016 ALEXANDER VERSHININ, PARA RBTH

Torpedo Shkval. Fuente:Anatoli Sokolo




El famoso torpedo Shkval, que durante mucho tiempo ha mantenido la hegemonía en cuanto a velocidad y capacidad de destrucción, pronto dejará paso al torpedo Jíschnik.

Por ahora no existe información sobre cómo será el nuevo torpedo ni sobre cuáles serán sus características técnicas, ya que el proyecto está clasificado. Únicamente se sabe que el encargado de su construcción será Elektropribor, un despacho de ingeniería especializado en la producción de técnica de aviación.

Esta circunstancia no es casual, ya que no se está trabajando únicamente en un torpedo, sino en un verdadero misil submarino cuyo motor se parece en muchos aspectos a sus análogos aéreos. Lo único que puede afirmarse con seguridad es que el Jíschnik superará en sus características principales a su famoso antecesor, el torpedo Shkval.

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Record submarino

La tarea de los ingenieros de desarrollar un torpedo completamente nuevo capaz de llevar cargas nucleares se remonta a los años 70 en la URSS. El primer modelo de esta línea, el torpedo Shkval, comenzó a prestar servicio en 1977, y a pesar de su avanzada edad, sigue siendo el más eficaz de los proyectiles submarinos de todo el mundo. La velocidad de un torpedo convencional no supera los 140 km/h, lo cual permite al barco contra el que se dirigen realizar una maniobra y evitar el impacto.

Shkval no deja opciones al enemigo. Su velocidad es casi tres veces mayor que la de los torpedos estándar. Esto significa que su objetivo tiene tres veces menos tiempo para maniobrar. En condiciones reales de un combate submarino, el impacto del torpedo es prácticamente inevitable.




El secreto de la velocidad del torpedo Shkval consiste en que utiliza un motor de combustible sólido. Si un torpedo convencional adquiere velocidad mediante el giro de sus hélices, el Shkval utiliza una propulsión reactiva. La estructura especial de su motor permite conseguir un efecto físico único. Alrededor del torpedo en movimiento se forma una cavidad de aire. Gracias a esto, el proyectil puede moverse en el vacío con una mínima resistencia del agua.

El torpedo Shkval sigue siendo uno de los modelos más secretos de la producción del complejo industrial militar ruso. A pesar de que lleva casi 40 años en uso, algunas de sus características técnicas se mantienen en el más estricto secreto. A principios de la década del año 2000 la documentación técnica del torpedo Shkval se convirtió en el centro de un escándalo de espionaje en el que se vio envuelto el empresario estadounidense Edmond Pope.

La mayoría de los intentos de replicar el torpedo en el extranjero han fracasado, aunque en 2005 la Armada de Alemania recibió un misil submarino parecido en sus características al Shkval, aunque este proyectil tampoco ha sido capaz de superarlo en velocidad.

La herencia de la Guerra Fría en el siglo XXI

Como en el caso de muchos otros modelos de técnica militar creada durante la guerra fría, el torpedo Shkval ha estado muchos años en el centro de la confrontación soviético-estadounidense. En su momento fue pensado como la respuesta soviética al desarrollo de un escudo antimisiles naval estadounidense.


La aviación soviética a duras penas podía enfrentarse a la potente flota de EE UU, y los torpedos reactivos surgieron como una tecnología llamada a compensar esta debilidad. El Shkval sigue siendo muy popular como medio de lucha contra la fuerza naval.

En 1992 los ingenieros rusos crearon una versión especial del torpedo para su exportación. Esta versión es ligeramente inferior al modelo original en alcance de tiro y en velocidad, pero sigue siendo superior a sus análogos extranjeros.

No obstante, el torpedo Shkval tiene un considerable potencial de perfeccionamiento. Su alcance es relativamente bajo, así como la profundidad máxima de inmersión del soporte que permite su lanzamiento. Esto convierte al submarino armado con Shkval en un objetivo fácil para la defensa activa del enemigo. Además, cuando el torpedo se mueve a gran velocidad es muy ruidoso y esto permite detectarlo. Por último, no tiene sistemas de guiado autónomo. Evidentemente, todo esto se ha tenido en cuenta a la hora de crear el Jíschnik. Lo que no era posible hace 40 años, ahora es perfectamente viable.

https://es.rbth.com/tecnologias/defensa/2016/10/24/rusia-disena-nuevo-torpedo-para-submarinos_641743

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