Yusuf Fernandez
Rusia ha decidido proceder a una escalada de la situación en Siria, y más concretamente en Alepo, después de las continuas violaciones de los grupos terroristas en el sur de esta provincia, donde el Frente al Nusra, Ahrar al Sham y el Ejército Islámico del Turquestán han estado lanzando ataques contra militares sirios y civiles.
Moscú ha transmitido a Washington que no permitirá que los miembros de estos grupos progresen en la provincia de Alepo. Esta información fue revelada por fuentes sirias que señalaron que los primeros signos de una nueva estrategia rusa llegaron con la reunión de Teherán del 9 de Junio, en la que participaron los ministros de Defensa de Rusia, Siria e Irán. Las fuentes añaden que la declaración sobre el hartazgo ruso llegó por primera vez el 16 de Junio durante una rueda de prensa del ministro de Exteriores, Serguei Lavrov, en la que dijo que EEUU tenía una agenda oculta en Siria que pasaba por reforzar al Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaida.
Lavrov denunció que desde que el cese el fuego fue declarado en febrero, Washington ha estado protegiendo a los militantes de Al Qaida, intentando impedir operaciones militares contra ellos y permitiéndoles ganar más terreno, especialmente en Alepo e Idleb. EEUU no ha sido tampoco capaz -o no ha querido- convencer a sus “rebeldes moderados” de que abandonen los sitios de Al Nusra, lo cual viene a demostrar la connivencia y alianza de dichos “moderados” con Al Qaida.
“Tengo la sensación de que ellos quieren preservar al Frente al Nusra bajo otros nombres para utilizarlo más tarde para derribar al gobierno de Siria”, dijo Lavrov.
Al mismo tiempo, Turquía continúa enviando hombres y armas sofisticadas a los terroristas con las que éstos siguen atacando a los civiles en la ciudad de Alepo. Más de 100 civiles, incluyendo mujeres y niños, han perdido la vida en estos ataques.
A esto hay que añadir que oficiales saudíes, turcos e israelíes han estado dirigiendo sobre el terreno las acciones de los terroristas en Alepo, según confirmó el analista Nicholas Blattford en el periódico Daily Star. Por su parte, Irán ha advertido a Rusia de que la tregua norteamericana es un plan saudí e israelí para cambiar la ecuación militar sobre el terreno y para crear un espacio seguro para Al Nusra.
Otro mensaje ruso fue el enviar al ministro de Defensa, Serguei Shoigu, para reunirse con el presidente sirio, Bashar al Assad. Shoigu realizó una visita sorpresa a Damasco en calidad de enviado del presidente, Vladimir Putin, junto a varios miembros de su ministerio, algunos de ellos encargados del tema del suministro de armas.
En este sentido, el jefe del Estado Mayor ruso, general Valeri Guerasimov, manifestó que Moscú apoya los acuerdos de tregua, pero señaló que “somos nosotros los que estamos perdiendo nuestra paciencia en Siria y no los norteamericanos”.
En estas dos últimas semanas, la base de Hamaimim, la sede de las fuerzas aéreas rusas en Siria, ha estado rebosante de actividad. Más consejeros militares han llegado a la base y existe un movimiento inusual en la sala de operaciones. Las baterías del sistema S-400 están listas para actuar dirigiendo así un mensaje de advertencia “a quien pueda interesar”.
Al mismo tiempo, y tras el encuentro de Teherán, el Ejército sirio y sus aliados están cerca de lanzar “una operación militar masiva” en la que varios frentes serán abiertos a la vez, incluyendo el de Alepo.
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