V. Colmenarejo. Moscú.
Ayer, en la tumba del soldado desconocido de la II G M, había un enorme retrato de Stalin al que se le honró con flores.
Reuters
Los fastos por el aniversario de la victoria sobre el nazismo tuvieron como evento central el tradicional desfile en la Plaza Roja, en el que Rusia mostró su creciente músculo militar, auspiciado por un ambicioso programa de modernización y rearme del Ejército con una dotación estimada en 360.000 millones de euros de aquí a 2020. Casi todas las partidas presupuestarias se han contraído este año por la crisis económica, pero no la asignación de defensa, pues Vladimir Putin lo considera de importancia estratégica. «Como un oso que se despierta de su hibernación, el Ejército ruso se está poniendo al día tras décadas de descuido para asentarse como fuerza predominante en Eurasia», escribía esta semana la revista especializada «The National Interest».
La reforma militar comenzó siete años atrás, en 2008, tras la guerra relámpago en Georgia que, pese a la victoria, evidenció ciertas carencias en cuanto a equipamiento y formación. Desde entonces, Moscú ha trabajado duro para revisar casi todos los aspectos de su Ejército, desde el armamento nuclear hasta los uniformes de los soldados. En opinión de Keir Giles, experto en Rusia del Centro de Investigación de Estudios de Conflictos, la lucha en el este de Ucrania ha mostrado los frutos de la reforma. Los comandantes de la OTAN destacan el uso de la guerra radioelectrónica, los drones y la mejora del apoyo logístico a las tropas. «Rusia ha tomado lo que quedaba del Ejército soviético y lo ha convertido finalmente en una fuerza de combate diseñada para conflictos del siglo XXI», explicó Giles a la BBC. Las dos prioridades del Ejército ruso, que cuenta con el segundo mayor arsenal nuclear del mundo tras EE UU, son reforzar la anexionada Crimea y proteger los territorios del Ártico, de alto interés económico por sus valiosas reservas de hidrocarburos. En la parada de ayer participaron la cifra récord de 16.500 militares, 200 carros de combate y 150 aviones y helicópteros. «Me siento orgullosa de mi país cuando veo todos estos vehículos militares, porque sé que nadie se atreverá a atacarnos, de hecho, es necesario que nos tengan miedo», comenta Lidia.
La cita sirvió para mostrar los avances rusos en técnica militar. En 2014, pese a las sanciones, se mantuvo como segundo exportador mundial de armamento, con 15.000 millones de euros facturados, principalmente a países del Sureste asiático e Iberoamérica. La joya de la corona siguen siendo las lanzaderas móviles de misiles balísticos intercontinentales, capaces de portar cabezas nucleares, pero en esta edición compartieron protagonismo con el tanque T-14 Armata y el nuevo modelo de kalashnikov. Este último, según su fabricante, aumenta en un 50% la eficacia en la frecuencia de impacto a distancias de hasta 300 metros. El consorcio público Kalashnikov, que aporta el 95% de las armas ligeras producidas en Rusia, lanzó este año una nueva estrategia comercial (imagen de marca e incluso línea de ropa) para recuperar mercado y esquivar las sanciones.
El tanque Armata, cuyo desarrollo se llevó en estricto secreto, cuenta con una torre no tripulada, un motor de 1.500 caballos y un cañón de 125mm capaz de derribar helicópteros a baja altura, atributos que le sitúan a la par o incluso por encima de los modelos Leopard 2 y Abrams que utiliza la OTAN. Además, su precio, unos 7 millones de euros por unidad, es la mitad que el de sus homólogos, si bien por motivos estratégicos Moscú no lo exportará hasta 2020. Para esa fecha Rusia espera contar con un parque de 2.300 tanques de este modelo. «Con su capacidad para movilizar a 766.000 militares, con el mayor arsenal de tanques (13.400, el doble que EE UU) y siendo el tercer país por la cantidad de tropas aerotransportadas, Rusia mantiene aquel poderío que caracterizaba a la anterior superpotencia», expone «The Telegraph». El país, que destina 62.000 millones de euros anuales a Defensa, cuenta además con 2,5 millones de reservistas, 3.793 lanzacohetes múltiples, 1.120 helicópteros, 769 cazas y 55 submarinos.
La rehabilitación de la figura de Stalin
Desde hace un tiempo, las autoridades rusas están rehabilitando y enalteciendo la polémica figura del líder soviético Yosef Stalin. Ayer, en la tumba del soldado desconocido de la II G M, había un enorme retrato de Stalin al que se le honró con flores.
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