domingo, 12 de abril de 2015

La coalición frena el avance de los rebeldes chiítas en Adén

Un tanque rebelde en Jor Maksar, Adén, el 2 de abril de 2015.
Un tanque rebelde en Jor Maksar, Adén, el 2 de abril de 2015.
AFP FOTO / SALEH AL-OBEIDI

Por RFI

Los fieles al ex presidente Ali Abdalá Saleh debieron retirarse del palacio presidencial capturado el jueves ante la ofensiva militar coordinada por Arabia Saudita. Mientras tanto, Al Qaida aprovecha el caos para apoderarse de la capital de Mukala, capital de una provincia del sudeste del país, y llama a la guerra santa contra los chiitas.



En Adén (sur), segunda ciudad de Yemen, los hutíes y sus aliados se han finalmente retirado este 3 de abril del palacio presidencial, ocupado un día antes a bordo de vehículos blindados y de transporte de tropas.

Los rebeldes chiítas se replegaron en el barrio de Jor Maksar, cercano al palacio presidencial, tras ser sometidos por noveno día a los intensos bombardeos nocturnos de la coalición liderada por Arabia Saudita.

Según testigos, este viernes seguían produciéndose enfrentamientos en los barrios cercanos al palacio presidencial y al aeropuerto de Adén, que fue bombardeado por la noche por buques de guerra.

Entretanto, la coalición árabe lanzó por la noche en paracaídas víveres y alimentos para los habitantes de Adén, que padecen la escasez, así como armamento y municiones.
Según el portavoz de la coalición árabe, el general Ahmed Asiri, "las milicias hutíes no controlan ningún edificio gubernamental en Adén".

Ante el avance de los rebeldes, el presidente yemení Abd Rabo Mansur Hadi abandonó Adén el 26 de marzo y se refugió en Arabia Saudita, el mismo día que este país inició la campaña aérea contra los rebeldes.

La ONU estima que a dos semanas de la ofensiva chiita hacia Adén los combates han dejado 519 muertos y cerca de 1.700 heridos.

El caos generado por la desestabilización de Yemen fue aprovechado por los combatientes sunitas de Al Qaida en la Península Arábiga (AQPA,) que tomaron un sector de Mukala, capital de Hadramut, una provincia del sudeste de Yemen.

Un día antes habían liberado a 300 presos de una cárcel de esa localidad.

Tras tomar el centro de Mukala, los insurgentes llamaron desde las mezquitas a la "yihad contra los chiitas", lo que puede prefigurar una guerra civil de tipo religioso.

(Con AFP)

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