Foto: AFP
Los problemas surgieron después de las primeras oleadas de ataques aéreos, en tanto los yihadistas abandonaron su costumbre de viajar en vehículos artillados abanderados, o hacer ostentación de sus banderas negras, en los enclaves miitarizados.
Los yihadistas cambiaron la táctica y se desplazan de forma lo más dispersa posible, camuflados como civiles hasta donde puedan, lo que está haciendo cada vez más difícil ubicarlos. Así lo consigna el periódico de Washington, The Hill, citando al segundo jefe de Operaciones de la Fuerza Aérea, el general Jeffrey Harrigian.
Aunque aseguró que la campaña hasta ahora “ha sido decisiva en áreas críticas” de los yihadistas, particularmente en sus comunicaciones entre fuerzas, logística e infraestructura, así como también en las finanzas, al bombardear pozos petroleros en manos de los terroristas.
El informe se agrega a lo admitido el lunes por el Pentágono en el sentido que están “inconclusos” los informes sobre eventuales víctimas civiles en los ataques, ya que al no haber personal terrestre, tales apreciaciones resultan sumamente difíciles, señalaron.
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