jueves, 14 de agosto de 2014

Rusia podría resucitar al 'monstruo del Caspio'

© RIA Novosti Yuriy Somov

Rusia se está planteando reactivar los ekranoplanos, vehículos híbridos mezcla de barco y avión capaces de desplazarse a pocos metros de altitud, tal como lo haría un aerodeslizador, pero esta vez para fines de transporte.
Como una alternativa al uso de estas naves híbridas, que combinan las ventajas de los aviones, se propone superar el atasco de tráfico que se ha formado en el estrecho de Kerch -que une la península de este nombre con la de Tamán-, en la península de Crimea. Al menos hasta que sea implementado el megaproyecto de un gran puente que une a estas dos penínsulas rusas en el Mar Negro, informa la revista rusa 'Expert'.

Según Vladímir Guteniov, el primer vicepresidente del Comité de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso) para la Industria y vicepresidente de la Unión Rusa de Construcción de Maquinaria, la Cámara baja procederá a debatir en torno a este proyecto en otoño de este año.

Tras construir algunos prototipos, la URSS fabricó en 1966 el primer ekranoplano militar, bautizado como 'el monstruo del mar Caspio' por los servicios de inteligencia occidentales, que se mostraron confundidos ante la extraña naturaleza de aquel barco tan grande y veloz. Con sus 544 toneladas de peso, la nave -que medía 106 metros de eslora y tenía 42 metros de manga- superaba los 400 kilómetros por hora.

"Los ekranoplanos son un invento genial. Como una alternativa para cierto plazo puede ayudar a comunicar Crimea con el resto de Rusia (…) Asimismo, se estudiará la necesidad de un ekranoplano para temas de seguridad nacional. Pueden ser útiles para el Ministerio de Defensa debido a su velocidad y sigilo [vuelan a 5-8 metros sobre el nivel del mar, cosa que hace muy difícil detectarlos]", comentó Guteniov.

Cabe recordar que el desarrollo de estos increíbles vehículos que utilizan el llamado 'efecto suelo' y son capaces de portar una carga útil igual a su peso, a pocos metros de la superficie del mar y a una velocidad de hasta 500 kilómetros por hora, se inició en los años 50 en EE.UU., Alemania y la Unión Soviética.

Sin embargo, solo la oficina de diseños rusa de Nizhni Nóvgorod y su diseñador jefe, Rostislav Alexéyev, lograron desarrollar y comenzar la producción en serie del ekranoplano tipo Orlionok (esta máquina era capaz de transportar en una hora a 200 infantes de marina y dos tanques flotantes a cualquier parte del Mar Caspio) y del tipo Lun, apodado como 'asesino de portaaviones' por portar seis misiles antibuque supersónicos tipo Moskit. Su baja altitud de vuelo (5-6 metros) le proporcionaba la posibilidad de acercarse a grandes buques de guerra enemigos y pasar casi desapercibido.

En este momento la Marina de Guerra iraní cuenta con varias docenas de ekranoplanos militares en su plantilla (en su diseño se nota la mano del ingeniero alemán Alexander Lippisch). China ha desarrollado su primer ekranoplano militar. Hasta el momento pueden albergar solo a 12 efectivos, pero la compañía que los fabrica promete estar en condiciones de próximamente presentar un prototipo capaz de portar a 200 soldados.

Mientras tanto, en Rusia va en aumento la demanda de estos vehículos porque ahora el país se ha embarcado en el enorme proyecto de exploración del Ártico. Y en estas lejanas tierras de extensión casi infinita, salpicadas de lagos y ríos de la tundra, es imposible imaginar un aparato volador más útil que este. El nuevo 'monstruo del Caspio' superará a aviones, helicópteros y barcos tanto en misiones de patrullaje, como en la seguridad de su manejo. Cabría recordar que volando a una altura de escasos 5 metros sobre el agua, el hielo o la nieve es capaz de aterrizar, si fallan sus motores, sobre cualquier superficie, casi sin poner en peligro a la tripulación.



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