sábado, 31 de mayo de 2014

Reino Unido refuerza la inteligencia militar en Gibraltar para espiar a los buques de Rusia


El atraque en Ceuta del destructor ‘Vicealmirante Kulakov’ y otros buques de la Armada rusa enciende la alarma en el Almirantazgo británico


Las escalas técnicas de buques de la Armada rusa en Ceuta indignan al Reino Unido. Pero a la Royal Navy le preocupan. De hecho, han decidido enviar a Gibraltar expertos en inteligencia naval para reforzar la monitorización de los buques que pasan por el Estrecho. Mientras, la Armada española sopesa aumentar su presencia en la zona.


Buques militares del Reino Unido en el puerto de Gibraltar.





Según ha sabido El Confidencial Digital de altos mandos militares españoles, Gibraltar va a reforzar sus efectivos de inteligencia naval. En las próximas semanas llegarán al Peñón unidades de la rama de inteligencia de la Reserva Naval británica.

Se trata de técnicos expertos en la detección y seguimiento de buques, junto con analistas de inteligencia. Su misión, conocer todos los movimientos de barcos militares ajenos a la OTAN, como los de la Armada rusa, así desentrañar sus planes de navegación, su armamento y su misión.

Gibraltar “ya tiene allí efectivos dedicados a estas tarea, pero en las próximas fechas llegarán más”. En principio, dicen, estas unidades se despliegan por la presencia de la armada rusa en la zona.
Esta misma semana, el gobierno del Reino Unido recriminó a España que se haya dado permiso para atracar en Ceuta a varios buques rusos, en plena tensión entre la OTAN y Rusia. Entre los buques que amarraron en el puerto ceutí se encuentra el destructor antisubmarinos ‘Vicealmirante Kulakov’.

Más buques de la Armada

Otras fuentes militares españolas, consultadas por ECD, no descartan que otro de sus objetivos sea la monitorización de los buques de la Armada española, en vistas a un hipotético aumento de su presencia en el área de influencia del Peñón.

Hace unas semanas, ECD publicaba las conversaciones discretasy extraoficiales que estaban manteniendo mandos del Servicio Martítimo de la GuardiaCivil (SEMAR) y de la Armada española.

En esos encuentros se solicitaba que laArmada “presionara” en Madrid para lograr una mayor presencia naval militar en la zona, tras constatar que el peligro para los agentes de la Benemérita estaba aumentando y podría hacerlo aún más en un futuro próximo.

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