Cientos de prorrusos asaltaron el domingo la sede del Ministerio del Interior en la ciudad portuaria de Odessa, en el sur de Ucrania, para exigir la liberación de los ciudadanos prorrusos detenidos tras los enfrentamientos del pasado viernes.
Poco después, ha sido la propia Policía la que ha liberado a 67 de los detenidos, por lo que los concentrados han ofrecido a varios agentes la cinta de San Jorge, una insignia militar rusa que se ha convertido en uno de los símbolos de los prorrusos ucranianos.
Los liberados han sido recibidos por familiares, amigos y simpatizantes concentrados en el patio interior del edificio al grito de “Odessa, ciudad rusa”, según medios locales. “Los rusos no abandonarán su tierra”, coreaban los concentrados rompiendo las ventanas del edificio.
Por su parte el primer ministro del Gobierno golpista ucraniano, Arseni Yatseniuk, ha responsabilizado a la Policía de los sucesos del viernes en la Casa de los Sindicatos.”Si los órganos de seguridad funcionaran, entonces esos terroristas deberían haber sido neutralizados”, dijo Yatseniuk, quien encargó a la Fiscalía “encontrar a todos los cabecillas y organizadores” de los disturbios.
El Gobierno de Kiev ha nombrado ya un nuevo nuevo jefe de la policía de Odessa, Iván Katerinchuk, quien prometió nada más ser elegido a los proucranianos que “los liberados volverían a ser detenidos”. Por su parte, el gobernador, Vladimir Nemirovski, anunció la formación de un batallón de defensa territorial de hasta 400 personas para poner orden que dirigirá él mismo y que dependerá del ministerio de Defensa, según la página Ukrainskaia Pravda. El gobernador dijo que se les pagará de un fondo benéfico local de Odessa.
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