Las fuerzas rusas han logrado hacerse este miércoles con el control de las bases de dos batallones de misiles del Ejército ucraniano en Crimea, según ha informado una fuente militar citada por la agencia de noticias rusa Interfax.
"Ahora esperamos la llegada de especialistas en misiles rusos y de activistas prorrusos que ahora tendrán que convencer el personal militar ucraniano de realizar labores conjuntas de combate", ha asegurado la fuente militar consultada por la agencia de noticias rusa. El Ministerio de Defensa ucraniano no se ha pronunciado sobre esta operación de las fuerzas rusas.
Obama presiona a Putin
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha propuesto este martes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, rebajar las tensiones en Ucrania a través de la retirada de sus tropas desplegadas en Crimea y permitiendo la entrada de observadores internacionales para garantizar que los derechos de la población rusa son protegidos, según un alto cargo del Gobierno estadounidense.
Asimismo, esta fuente ha agregado que el mandatario estadounidense no acudirá a la cumbre del G8 prevista para junio en la localidad rusa de Sochi a menos que Moscú cambie su actitud respecto a la situación en el país europeo.
Este mismo martes, Obama ha considerado que la actuación de Putin en Ucrania no es un signo del poderío de Rusia sino un reflejo de la profunda preocupación que tienen los países vecinos por la injerencia de Moscú.
En declaraciones a la prensa, Obama ha ridiculizado el motivo esgrimido por Putin para enviar al Ejército ruso a la región ucraniana de Crimea. Putin ha dicho que el objetivo es proteger a nacionales rusos pero Obama cree que la incursión es una violación del Derecho Internacional.
"El presidente ruso parece tener a abogados diferentes haciendo interpretaciones diferentes", ha afirmado el presidente estadounidense. "Pero no creo que engañe a nadie", ha añadido.
Una de las primeras medidas aprobadas por la Rada Suprema (Parlamento) de Ucrania tras la llegada al poder de las nuevas autoridades tras el derrocamiento de Viktor Yanukovich fue abolir la ley que protegía el uso de las lenguas minoritarias, entre ellas el ruso.
Además, el gran peso en la situación política actual de Svoboda, un partido que se declara como abiertamente fascista y antiruso y que tiene como figura histórica de referencia a Stepan Bandera, que dirigió la Organización de Nacionalistas Ucranianos (OUN) y colaboró con la Alemania Nazi, ha desatado temor entre las comunidades minoritarias del país.
Pese a las tensiones, Putin ha descartado por el momento una intervención militar en Ucrania, aunque no ha cerrado la puerta a que pueda producirse en el futuro, y ha advertido a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) de que en caso de adopción de sanciones contra Rusia, "los daños serán mutuos".
Putin ha aclarado que si la "anarquía" que se vivió en Kiev y que llevó a la caída de Yanukovich se extiende al este de Ucrania, zona fronteriza con Rusia, "si la población pide ayuda (de Rusia), Moscú se reserva el derecho de poner en marcha todos los medios disponibles para defenderles".
El presidente ruso ha asegurado que si esto ocurriera, la intervención rusa sería totalmente "legítima" puesto que Yanukovich, al que Moscú sigue considerando como el "presidente legítimo", ha cursado una petición formal solicitando la ayuda de Rusia.
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