Hoy me he enterado de la muerte de uno de los pocos hombres a los cuales se le podía, sin conocerlo de nada, mirarlo a los ojos y descubrir lo grande que era. Un hombre que desde su posición supo ver más allá, quizás dada su condición de ser, quizás, el tuerto en el país de los ciegos. Su educación le hizo alzar la mirada por encima de su pueblo y ver el resto. Un hombre que sitió la necesidad de hacer algo por unos pueblos oprimidos, incluso cayendo en actos de terrorismo puro, pero ¿acaso no eran terroristas aquellos a los que luchaba?. Un pueblo, o mejor, una serie de pueblos oprimidos, vieron en él a un mesías, que destacaba por encima del resto, incluso de aquellos blancos racistas y asesinos. Su trabajo como abogado le llevó a ayudar a sus gentes, descubrió más si cabe, con estas actividades, las calamidades que sus vecinos y decidió lanzarse a acabar con ello, incluso, como dije antes, empuñando un arma.
Hoy toda la humanidad ha perdido a uno de esos referentes mundiales que nacen de siglo en siglo, un hombre que llegado el momento de ocupar su despacho como presidente de la nación y tras 27 años de encarcelamiento, tuvo la grandeza de mantener en sus puestos de gobierno a parte de aquellos que le encerraron y tiraron la llave.
Desde este humilde espacio, todo nuestro reconocimiento al preso 466/64
Descansa en paz Madiba
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