Rusia ha calificado de “prematura” la propuesta del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, de que las armas químicas de Siria deben ser colocadas en un barco y sacadas de la región.
“Mi esperanza es que gran parte de este material sea trasladado, tan rápido como sea posible, a una ubicación única, esperamos que a un barco, para ser retirado de la región”, indicó el jueves Kerry.
Este sábado, el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores ha emitido un comunicado en el que ha asegurado que “los expertos están estudiando diferentes opciones y medios técnicos para destruir las armas químicas sirias, incluso fuera de Siria”.
“Como este trabajo todavía no ha terminado, en nuestra opinión, es prematuro hablar de un medio en concreto”, ha afirmado la Cancillería rusa.
En este sentido, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) indicó el jueves que sus expertos ya han inspeccionado casi la mitad del arsenal sirio, como parte de su misión de destrucción del mismo antes de mediados de 2014.
Los inspectores de la OPAQ, galardonada este año con el Premio Nobel de la Paz, llegaron el 1 de octubre a Siria, después de que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobara el pasado 27 de septiembre, por unanimidad, una resolución acordada previamente entre Rusia y Estados Unidos, para destruir todo el arsenal químico de Siria hasta el 30 de junio de 2014.
La aprobación de esta resolución se produjo después de días de intensas negociaciones entre Moscú y Washington, ya que no se ponían de acuerdo sobre el Capítulo 7 de la Carta de la ONU, el cual regula el uso de la fuerza militar.
Mientras los miembros occidentales del Consejo de Seguridad presionaban para incluir el uso de la fuerza en la resolución para Siria, Rusia y China se oponían firmemente a cualquier ataque contra el país árabe.
EE. UU. y algunos de sus aliados, basándose en informes de la autodenominada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Siria (CNFORS) sobre un supuesto uso de armas químicas por parte del Ejército del país árabe, adoptaron una retórica belicista contra Siria. Damasco, por su parte, negó energéticamente cualquier implicación en el uso de armas químicas en su territorio.
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