domingo, 20 de octubre de 2013

El Ministro de Defensa de Brasil admite la posibilidad de que el país entre en el proyecto del caza ruso de quinta generación T-50

(defensa.com) Tras la reunión con el ministro de defensa ruso, Sergei Shoigu, de visita oficial en Brasilia para cerrar la compra-venta, por 2.000 millones de dólares según los medios locales, de tres baterías antiaéreas Pantsir-S1 y dos baterías de misiles portátiles Igla-S, contrato que se firmaría a mediados de 2014 y en el que podría haber un acuerdo de transferencia tecnológica con la brasileña Odebrecht Defesa, Celso Amorim, que no habría recibido una nueva oferta directa de cazas rusos (el Su-35 quedó en su día fuera de concurso), ha separado la posibilidad de que Rusia entre en la lista corta de la licitación en curso (F-X2) de eventuales proyectos futuros.


Amorim aseguró que el proceso licitador para dotar a la FAB de 36 cazas está en marcha y que se decidiría en breve, si bien algunas fuentes apuntan que se extendería un año más, de manera que sortee las próximas elecciones. Amorim sí hablo de la posible cooperación con Rusia en el caza de quinta generación T-50.

Sin embargo, el diario brasileño Folha de S.Paulo, afirma que la Fuerza Aérea Brasileña podría haber sido consultada respecto a la posibilidad de que recibiera los descartados en licitación, cazas Sukhoi-35 para sustituir a sus Mirage-2000 en tanto el T-50, con el que se pactaría un acuerdo de coproducción ruso-brasileño, esté operativo, lo que sucedería no antes de 2016. En el encuentro entre ambos mandatarios, Shoigu habría ofrecido la opción de leasing de equipamiento militar ruso, una solución intermedia en medio de todo el proceso.


El programa F-X2 se arrastra desde 2001, tras figurar el F-18 como opción favorita, superando al Rafale, que en su día también lo fuera, el escándalo de espionaje con EEUU habría alejado este favoritismo. Por otra parte, y según recoge el rotativo Folha de S.Paulo, la delegación rusa habría recibido reclamaciones respecto al suministro de repuestos y mantenimiento de los helicópteros de ataque Mi-35 que están siendo suministrados a la FAB. Con la compra de las baterías antiaéreas, Brasil daría un voto de confianza a Moscú.


Por otra parte, Brasil y Rusia acordaron en este encuentro crear grupos de intercambio en materia de seguridad informática, así como incrementar el diálogo estratégico entre ambas naciones. Igualmente establecieron la posibilidad inmediata de compartir experiencia en el ámbito de la organización de grandes eventos artístico-deportivos, de cara a la seguridad de los mismos. En tal sentido, Rusia invitó a Brasil a enviar observadores militares y policiales en febrero próximo a las Olimpíadas de Invierno.
También se ha anunciado el próximo incremento de los acuerdos espaciales. (Javier Bonilla)


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