En EE.UU., Deer Trail, una ciudad del estado de Colorado, estudia crear una licencia para cazar drones con el fin de proteger su espacio aéreo de estos aparatos.
La junta municipal votará el próximo 6 de agosto a esta propuesta y fijará una recompensa por cada avión no tripulado cazado.
Los habitantes de Deer Trail consideran estos aparatos "una amenaza a las ideas tradicionales estadounidenses de la libertad".
En caso de aprobarse la medida cada licencia costaría 25 dólares y se pagaría una recompensa de 100 dólares por cada drone derribado y que esté lo más intacto posible.
Asimismo la normativa tan solo permite a los tiradores el uso de escopetas con calibre 12 o menos y de municiones de plomo, acero o de uranio empobrecido.
Desde hace más de una década, miles de personas, incluidos mujeres y niños, han perdido la vida como consecuencia de las incursiones de aviones no tripulados de EE.UU., bajo el pretexto de combatir el terrorismo.
Las autoridades de distintos países así como muchos ciudadanos estadounidenses han condenado en repetidas ocasiones este tipo de operaciones mortales, que normalmente tiene como blanco a civiles.
De acuerdo con la Oficina de Periodismo de Investigación del Reino Unido, desde 2004, los ataques con drones, que según Estados Unidos tienen como blanco sospechosos de Al-Qaeda, en países musulmanes como Paquistán, Afganistán, Somalia y Yemen han causado la muerte de más de tres mil personas.
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