El Ejército del Aire pondrá a prueba la aeronave desde una base secundaria que prepara en Lanzarote. Sus 27 horas de autonomía, claves para controlar el Sahel y el Magreb
Uno de los drones "Predator B" del Ejército del AireGLORIA CASARESEFE
La nueva aeronave remotamente tripulada (RPAS por sus iniciales en inglés) “Predator B” del Ejército del Aire se prepara para hace un pequeño viaje a Lanzarote, no de vacaciones como invitaría la época estival y el destino, sino para probarse a sí mismo y echar un vistazo por África. La isla será la base de operaciones del RPAS para las misiones en el área del archipiélago, pero también los ojos de España en la costa africana y ante posibles misiones en los entornos del Magreb y el Sahel. Es decir, en la denominada frontera avanzada, la prioridad en cuestiones de seguridad para España.
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El aeródromo canario está siendo adaptado para acoger al “Predator” y los trabajos avanzan a buen ritmo. Las torres para las antenas que permiten el despegue y aterrizaje seguro ya están construidas y también están casi listas todas las canalizaciones que permiten la operación segura del sistema. El aeródromo recibirá dos de las tres unidades de control, por si una falla, y las dos antenas para el lanzamiento y recuperación del sistema. En Talavera (Extremadura), base principal del “Predator”, se quedarán con una cabina de control y una antena satélite. Los pilotos harán despegar el avión desde Lanzarote con el apoyo de las antenas a pie de pista y después transferirán el vuelo a otros pilotos que están en Talavera, los cuales operarán la aeronave a través del enlace satelital.
Los cuatro RPAS “Predator B” del Ejército del Aire ya están plenamente operativos desde su base principal en Talavera la Real (Badajoz), donde se ubica el 233 Escuadrón, responsable de su operación. Una base que no es la definitiva, pues el “Predator” tendrá una casa a medida, también en Talavera, pero totalmente adaptada a sus necesidades. Esa provisionalidad de la actual base se puede ver en puntos concretos, como el hangar desplegable y los contenedores anexos donde se ubican las cabinas de los pilotos y los operadores, lo que no indica que sea plenamente operativa y cumpla con todas las medidas. No obstante, la nueva casa del Predator será más consistente, por llamarlo de alguna manera. Estará a 200 metros de la actual, contará con un nuevo hangar, aún en obras, además de un espacio para el mantenimiento del sistema de armas, oficinas, varios almacenes y alojamiento para las estaciones de control terrestre del aparato (GCS). El traslado está previsto durante la segunda mitad de este año.
También se ubicará en este nuevo espacio el simulador que el Ejército del Aire quiere comprar para 2023, lo que permitirá que el personal se ejercite en España en vez de irse a EE UU, como hace actualmente. Esa, 2023, es la fecha prevista para que se alcance la denominada capacidad operativa final (FOC por sus siglas en inglés).
FILE PHOTO: A U.S. Air Force MQ-9 Reaper drone sits in a hanger at Amari Air Base, Estonia, July 1, 2020. U.S. unmanned aircraft are deployed in Estonia to support NATO's intelligence gathering missions in the Baltics. REUTERS/Janis Laizans/File PhotoJANIS LAIZANS
Una envergadura de casi tres veces un F-5
Quizás al hablar de un dron la imaginación nos engaña y las dimensiones se nos escapan en un primer momento, pero el “Predator” es enorme, por lo que sus instalaciones y la logística de cualquier traslado u operación no son ninguna broma. En Talavera es más sencillo ver esas dimensiones porque en la misma base opera el mítico caza F-5. Si se ponen ambas aeronaves una al lado de otra, el “Predator” es algo más corto, 11 metros de longitud frente a los 14,5 del F-5, pero tiene casi tres veces más envergadura alar que el mítico caza, con 20 metros de punta a punta de las alas frente a los 8 del F-5.
El dron, con un peso máximo de casi cinco toneladas a despegue, está equipado con un potente motor turbohélice TPE 331-10 de 950 caballos de potencia y puede mantenerse en el aire casi 27 horas. Su seña de identidad es sin duda su apariencia, con una característica joroba en su parte delantera en la que esconde sus sistemas de comunicación y bajo la que se ubica el grupo de sensores, denominados MTS Bravo, integrado por tres cámaras, una infrarroja, una de baja visibilidad y otra de visibilidad normal.
Más de mil horas de vuelo en territorio nacional
El “Predator” llegó a España en diciembre de 2019, los dos primeros, y en noviembre de 2020 los dos restantes. Además de las aeronaves, el contrato incluye tres estaciones de control terrestre (GCS, por sus siglas en inglés) y equipos asociados para las misiones. Las primeras pruebas de vuelo se realizaron en EE UU y el año pasado en España. El sistema entró en servicio oficialmente en febrero de este año y, en junio, el dron sobrepasó las mil horas de vuelo en territorio nacional.
Personal responsable de la operación del Predator tras el primer vueloEJÉRCITO DEL AIRE
https://www.larazon.es/espana/20210814/hkeet7hj3ndwre3owad7j3rq64.html
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