Indra, una de las principales compañías globales de consultoría y tecnología y uno de los principales fabricantes de simuladores del mundo, trabaja con la compañía especializada en entrenamiento deportivo en altura iAltitude en el desarrollo para el Ejército del Aire Español de un novedoso entrenador de vuelo que incorpora un sistema de hipoxia que reproduce las condiciones de falta de oxígeno disponible en cabina a las que los pilotos militares pueden llegar a enfrentarse en vuelos a gran altura.
La presión en la cabina de un caza desciende a medida que gana altura, reduciéndose con ello el oxígeno disponible. Para superar este problema, el piloto utiliza una mascarilla de oxígeno suplementario para respirar. Sin embargo, si algo fallase debe ser capaz de identificar los síntomas que preceden a la hipoxia, un peligroso estado que puede provocar la pérdida de consciencia en pocos segundos. Solo si recibe un entrenamiento adecuado será capaz de reaccionar con rapidez.
Para ello, Indra ha integrado el entrenador del avión a reacción C101 — el mismo en el que los pilotos españoles se entrenan antes de ponerse a los mandos de un F18 o Eurofighter— con el equipo de hipoxia normobárica de iAltitude para crear el Entrenador de Vuelo-Hipoxia Normobárica Controlada (EV-HNC).
Este sistema regula de forma controlada la concentración de oxígeno que recibe el piloto a través de su máscara, reduciéndola progresivamente para analizar su resistencia y capacidad de reacción.
Los instructores pueden monitorizar en tiempo real la respuesta física y cognitiva del alumno mientras se enfrenta a situaciones de vuelo de gran realismo, que replican operaciones reales. Cualquier cambio en sus variables fisiológicas o en la velocidad con la que reaccionen a los estímulos quedará registrada para su análisis.
Con estos datos, el Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial dispondrá de una de las herramientas más avanzadas que existen en este momento para diseñar planes de entrenamiento y reforzar las habilidades, capacidades y seguridad de los pilotos.
El centro medirá y gestionará de forma centralizada y unificada las condiciones de todos ellos. El objetivo es prepararlos para que puedan hacer frente a un riesgo que, pese a darse de forma excepcional, es crítico para su seguridad.
Hasta el momento, el entrenamiento en hipoxia se realizaba principalmente en cámaras hipobáricas o en sistemas normobáricos en los que pueden llegar a ejecutar algunos ejercicios para detectar la pérdida de habilidades, pero sin estar ligados a tareas de vuelo. Ofrecen por lo tanto un entorno menos realista que el que aporta el entrenador en desarrollo.
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