Tropas ucranianas cerca de la línea del frente en las proximidades del pueblo de Novotoshkivske, el pasado 18 de junio - REUTERS
MADRIDActualizado:23/06/2018 09:35h5
La intensificación de las hostilidades en el conflicto en el este de Ucrania entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes prorrusos en los últimos meses, en especial desde abril, ha tenido como consecuencia un aumento de las víctimas civiles además de un enorme impacto en las vidas cotidianas de quienes viven a ambos lados de la "línea de contacto" que separa a las zonas bajo control de Kiev de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk.
El conflicto que comenzó en abril de 2014 ha provocado una crisis humanitaria cada vez más enconada que afecta a 4,4 millones de personas y que deja a 3,4 millones necesitadas de ayuda urgente y protección. Además, ha dejado más de 2.700 civiles muertos y otros 9.000 heridos.
"En los últimos meses, las hostilidades se están intensificando, con un creciente número de víctimas civiles y un grave impacto en la infraestructura civil, incluidas viviendas, hospitales, escuelas e instalaciones de tratamiento de agua", explica a Europa Press la jefa de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en Ucrania, Ingrid Macdonald.
En mayo, se han registrado 61 víctimas civiles, 12 muertos y 49 heridos, el balance más elevado en lo que va de año. En abril se habían registrado 46 víctimas civiles, 13 muertos y 33 heridos, un 142 por ciento más que en marzo, cuando hubo 19, 5 muertos y 14 heridos, mientras que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha contabilizado más de 100.000 violaciones del alto el fuego en los cinco primeros meses de 2018.
La mayoría de estas violaciones se han producido a lo largo de los 457 kilómetros de la "línea de contacto". Unas 600.000 personas viven en la franja de 5 kilómetros a ambos lado de la misma, donde se encuentranconstantemente expuestas a las hostilidades. En total, unos dos millones de personas en el este de Ucrania, incluidos 220.000 niños, se enfrentan al riesgo de las minas.
"El mes pasado, 30 estudiantes se vieron atrapados por disparos mientras viajaban en un autobús. Tuvieron suerte de escapar de la artillería", subraya Macdonald, recordando que cinco trabajadores de tratamiento de agua resultaron heridos, uno de ellos de carácter crítico, tras ser atacados el pasado abril.
Incidentes demasiado frecuentes
"En mayo, una niña murió por disparos de artillería tres días después de celebrar su 15 cumpleaños. Desgraciadamente este tipo de incidentes se están volviendo demasiado frecuentes y vemos que algunas localidades quedan aisladas debido a los enfrentamientos", denuncia la responsable de OCHA. Además, desde principios de año, la planta potabilizadora de Donetsk, que suministra agua a 345.000 personas, "ha sido atacada en 22 ocasiones".
Uno de los lugares de mayor riesgo para quienes viven en la zona son los cinco puestos que permiten cruzar la "línea de contacto", en los que se producen alrededor de un millón de cruces al mes, en muchos de los casos para poder acceder a "instalaciones y beneficios básicos, como las pensiones", en la parte gubernamental, señala Macdonald.
"Estas zonas son especialmente inseguras debido a los bombardeos y la contaminación por minas", explica la responsable de la OCHA, y el tiempo que se tarda en cruzar los puestos de control puede ser "de horas o incluso días", "lo que expone a los civiles a riesgos adicionales, incluido el calor en verano y el frío en invierno". "Estos puestos no están equipados adecuadamente con instalaciones de cobijo, saneamiento y sanitarias", denuncia.
El incremento de las hostilidades también tiene como consecuencia el que "los civiles se vean atrapados con frecuencia en los enfrentamientos sin poder abandonar sus hogares" y a menudo sin tener dónde ir, indica Macdonald.
A finales de mayo, en torno a Chyhari, en la localidad de Pivdenne en la "línea de contacto", se intensificaron los enfrentamientos y "mientras que algunos residentes huyeron arriesgando sus vidas hacia zonas más seguras, muchos quedaron atrás". "Desgraciadamente hay demasiados ejemplos similares, lamenta la responsable de la OCHA.
En este contexto, las organizaciones humanitarias y la ONU están "ofreciendo asistencia humanitaria vital y protección allí donde tenemos acceso seguro y fondos", asegura Macdonald, pero sigue habiendo "áreas a las que es difícil llegar", debido a las restricciones burocráticas, especialmente en las zonas controladas por los rebeldes.
No llegan los fondos
Desde que comenzó 2018, "las organizaciones humanitarias han ofrecido asistencia y servicios de protección a más de medio millónes de personas a ambos lados" de la 'línea de control', "pero podemos hacer mucho más", subraya. "Aunque hemos trabajado duro para incrementar nuestro acceso, nuestro Plan de Respuesta Humanitaria sigue seriamente poco financiado", señala Macdonald.
"Estamos a mitad de 2018 y solo hemos recibido el 18 por ciento de los 187 millones de dólares que necesitamos", lamenta, enviando un mensaje a los donantes internacionales: "Ayudadnos a ayudar a la gente de Ucrania aumentando el apoyo financiero".
Macdonald advierte en contra de reducir el conflicto a simples estadísticas. "Cuando hablamos de millones, esto significa personas, hombres, mujeres y niños que se enfrentan a enormes retos que son únicos para ellos", subraya. "Tienen esperanzas y aspiraciones, igual que todos nosotros. Nuestro trabajo es apoyarles y mantener su dignidad", recalca.
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