Foto: GLOBAL LOOK press
Las pruebas nucleares realizadas por los Estados Unidos han afectado a los bosques rusos, como, de hecho, a todo el planeta. Los científicos han encontrado rastros de radiación en los anillos anuales de los árboles.
El impacto global de las explosiones nucleares que el ejército estadounidense llevó a cabo a principios de la década de 1960 sobre la ecología del planeta fue confirmado por la investigación de científicos rusos. Especialistas del Instituto de Física Nuclear del SB RAS en Novosibirsk encontraron la confirmación de esta hpótesis en los anillos anuales de pinos.
Desde septiembre de 1945, se han llevado a cabo casi 2.500 pruebas nucleares en la Tierra. Aproximadamente dos tercios de ellos estaban bajo tierra, y 520 se llevaron a cabo en la atmósfera. La fuerza de muchas explosiones, especialmente la primera, aún se desconoce. Además, no está claro si los ensayos nucleares fueron realizados por Israel, Sudáfrica o la RPDC.
Según los científicos, estos experimentos dejaron rastros no solo en la atmósfera, sino también en el suelo e incluso en los anillos de los árboles. Ellos acumularon carbono-14, un isótopo inestable que surge de la descomposición de los núcleos de plutonio y uranio en bombas atómicas y reactores.
Antes de la "era nuclear", el carbono 14 apareció en la atmósfera solo de forma natural, como resultado de la interacción de los átomos con los rayos cósmicos. Esta característica hace posible usar el elemento como un indicador confiable de la edad de casi todos los hallazgos arqueológicos y paleontológicos.
https://dni.ru/tech/2017/12/05/386466.html
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