lunes, 28 de noviembre de 2016

Decenas de aliados del Estado Islámico se atrincheran en una aldea filipina


JAVIER ESPINOSA
Corresponsal en Asia
Pekín

28/11/2016 12:45

Decenas de militantes del llamado grupo Maute, una facción local que ha jurado pleitesía al Estado Islámico (IS) instalado en Oriente Próximo, se enfrentan a la aviación y tropas del ejército de Filipinas desde el pasado jueves en lo que constituye una de las refriegas armadas más virulentas que se han registrado recientemente en esta nación asiática entre extremistas y miembros de las fuerzas armadas.

Según informó el ejército, cerca de 16.000 personas han huido de Butig, una pequeña localidad montañosa ubicada en la isla de Mindanao, al sur del país, después de que los radicales se atrincheran en varias edificaciones del entorno incluida la municipalidad, donde han izado la bandera el ISIS.

"Es una operación contra los jefes de Maute", explicó el sábado el general Restituto Padilla, portavoz de los uniformados en referencia a los dos hermanos, Omar khayam y Abdullah Maute, que lideran y dan nombre a esta camarilla islamista.

Este lunes Padilla aclaró que según sus estimaciones en los combates han muerto 35 integrantes de la formación radical y han sido heridos 19 soldados.

Los militares creen que entre 50 y un centenar de insurgentes permanecen parapetados en la aldea, que enfrenta un continuo bombardeo de la artillería y la aviación filipina.

Otro representante de los uniformados, el coronel Edgard Arevalo, indicó que se esperaba una acción "simbólica" -así la definió- de este tipo por parte de este movimiento.

"Llevan mucho tiempo jurando lealtad al grupo terrorista extranjero (el IS). Esto forma parte de su agenda prioritaria, que consiste en recabar apoyo y fomentar que individuos con el mismo tipo de ideas apoyen al ISIS", precisó.

Maute está integrado por antiguos miembros del Frente Islámico de Liberación Moro -el principal grupo insurgente sureño- y tras su primera aparición pública en 2013 se ha significado por ser uno de los grupúsculos más radicales de la nebulosa de militantes islamistas que permanecen alzados en el sur de Filipinas.

El mes pasado tres de sus miembros fueron arrestados acusados de ser los responsables del último atentado que sacudió la ciudad de Davao, la ciudad natal y bastión político del actual presidente Rodrigo Duterte, donde murieron 15 personas.

Butig siempre ha sido uno de sus reductos más significados y los militares ya habían lanzado sendas ofensivas en esa región en febrero y junio pasado donde dijeron haber desmantelado un campo de entrenamiento matando a decenas de sus integrantes. La confrontación del pasado verano se extendió durante 10 jornadas y también se cobró la vida de 6 soldados.

El general Padilla confirmó que Butig es "el lugar donde viven muchos de los familiares del grupo Maute".

El sur de Filipinas enfrenta una insurrección de la minoría musulmana desde hace más de 40 años, que ha dejado más de 100.000 muertos, según cifras oficiales.

Los combate en Mindanao coinciden con la desactivación este lunes de un artefacto explosivo que la policía detectó en las inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en Manila y que el jefe de los uniformados, Ronald dela Rosa, atribuyó también a la facción Maute.

"No tenemos aún pruebas materiales, pero el diseño, la composición y la forma en la que está conectado (el artefacto) hace que lleve su firma", señaló.

La bomba, un proyectil de mortero, fue encontrado en un cubo de basura a poco más de 200 metros de la delegación diplomática y según Dela Rosa es un artilugio muy parecido al que se utilizó en el mencionado ataque de Davao


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