El Consejo del Atlántico Norte trasladó a España que no podía permitir el aprovisionamiento en la ciudad autónoma porque la OTAN ha roto relaciones con Moscú
Fin del culebrón.
Rusia ha anunciado que los buques de la flota que se dirige hacia Siria no harán escala en Ceuta, pese a que tenían concedido el permiso de España. La OTAN, que había mostrado públicamente su malestar por esta situación, presionó en privado al gobierno español para que cancelase la autorización. Exteriores negoció con Moscú a través del embajador español una fórmula para evitar que ambas partes saliesen perjudicadas.
España se vio atrapada durante 48 horas en el fuego cruzado de la enésima ‘batalla’ diplomática entre la OTAN y Rusia, del que finalmente ha salido con relativo éxito. Y lo ha hecho gracias a las complejas gestiones diplomáticas que han llevado a cabo en los dos últimos días los ministerios de Exteriores y Defensa. El Confidencial Digital ha podido recabar de fuentes diplomáticas y militares el relato interno del desarrollo de esta ‘crisis’ express.
La flota rusa rumbo a Siria
El pasado 15 de octubre, un grupo de buques de la Flota del Mar del Norte –ocho, según algunas fuentes- partieron de Severomorsk con rumbo y misión desconocida. La trayectoria del convoy fue seguida en todo momento por buques de la OTAN. Primero británicos y luego españoles –la fragata Álvaro de Bazan y el BAC Cantabria, además de varios patrulleros y un avión P3-.
La misión de la flota queda desvelada el pasado 16 de octubre: la oficina de prensa de la flota del Mar del Norte admite que el destino final del grupo de combate –en el que estaba el portaaviones ‘Almirante Kuznetsov’ y el crucero nuclear ‘Pedro elGrande’- son las costas mediterráneas de Siria. Allí, las fuerzas militares del régimen de Al Assad se están preparando para el asalto definitivo a Aleppo, que podría contar con apoyo directo del Kremlin.
Exteriores recibe la petición de escala en Ceuta
Mientras la Armada española vigila de cerca con sus buques el paso de la flota rusa por la vertiente atlántica de la Península Ibérica, Exteriores recibe una petición formal por parte de la armada rusa: tres buques de la flota del Norte solicitan permiso para atracar en Ceuta para una misión de aprovisionamiento. En la petición, explican fuentes consultadas, Rusia obvia que estos tres barcos - dos escoltas y un buque auxiliar- acompañan al portaaviones Kuznetsov en su navegación hacia Siria.
No se trata de una situación extraordinaria. Desde 2011, más de sesenta buques de guerra rusos han hecho escala en el puerto de Ceuta, ciudad –al igual que Melilla- que no es considerada de forma explícita territorio bajo la protección de la OTAN. Sin embargo, esta vez no se trata de escalas aisladas, sino de una de las mayores flotas de guerra desplegadas desde el final de la Guerra Fría.
Tensa reunión del Consejo del Atlántico Norte
Así al menos lo entendió la OTAN. Jens Stoltenberg secretario general, confirmó públicamente el malestar de la Alianza con la situación. Pero no sólo públicamente, sino de forma privada. Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes diplomáticas, el asunto de las escalas rusas –y de esta en concreto- fue uno de los temas tratados durante una reunión informal del Consejo del Atlántico Norte –la máxima autoridad de la Alianza Atlántica-.
Tal y como desvelan a ECD, los representantes españoles en dicho órgano remitieron a España un informe sobre las conclusiones de dicha reunión. Básicamente, la OTAN trasladó al gobierno español la “imprudencia” que suponía permitir las escalas rusas, habida cuenta que la Alianza y Moscú rompieron sus relaciones coincidiendo con la invasión rusa de Crimea en 2014. Incidían, además, en que la escala suponía facilitar una operación militar rusa.
Posición unánime de los socios de la OTAN
A diferencia de otras ocasiones en las que se trató el asunto de las escalas rusas en Ceuta –siendo Reino Unido y Estados Unidos los más insistentes en acabar con ellas-, esta vez la posición de la Alianza fue unánime entre todos los socios.
Fuentes diplomáticas afirman que este mensaje de la OTAN llegó alto y claro a Moncloa, a Exteriores y a Defensa. El gobierno debía tomar la difícil decisión de cancelar la escala ya autorizada o permitirla, desoyendo una ‘sugerencia’ directa de la Alianza.
Negociación paralela con la embajada rusa
España tuvo que maniobrar diplomáticamente con un margen muy estrecho. Debía acatar lo sugerido por la OTAN y a su vez evitar un encontronazo directo con Rusia. Según confirma ECD de fuentes diplomáticas, Exteriores asumió las gestiones con la embajada rusa.
Según admiten estas fuentes, a España no le conviene perder la escala de buques rusos en Ceuta. Por una cuestión económica y, sobre todo, estratégica. En cuanto a la primera, las escalas producen unos beneficios económicos importantes para la ciudad autónoma.
Sin embargo, la cuestión estratégica tiene si cabe mayor peso. Ceuta y Melilla están dentro del paraguas de protección de la OTAN, pero lo están de forma implícita y no explicita: no hay mención expresa a las ciudades autónomas en ninguno de los tratados y acuerdos de la Alianza. Si la hay, por el contrario, a Gibraltar.
No habrá escala, pero sí en un futuro
Las fuentes consultadas aseguran que el titular de Exteriores, José Manuel García Margallo, y el embajador ruso en España, Yuri P. Korchagin, llegaron a un acuerdo: España no prohibiría a Rusia la escala de buques en Ceuta, sino que solicitaría información sobre la misión de la flota y posteriormente sería el Ministerio de Defensa ruso quien desestimaría esta escala y la sustituyera por otra ubicación.
En la tarde del pasado miércoles, Rusia hacía pública su decisión de que los tresbuques de la flota del Mar del Norte no entrarían al puerto ceutí. Se evitaba así la formula de la revocación de autorización de escala, que podría servir de precedente para el futuro. Y es que, tal y como admiten fuentes diplomáticas, los buques militares rusos sigue teniendo abierta la puerta de Ceuta para realizar escalas de aprovisionamiento en un futuro, algo recogido en las Normas para las escalas de buques de guerra extranjeros en puertos españoles en tiempo de paz, vigentes desde 1985. Pero no en esta ocasión.
http://www.elconfidencialdigital.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario