Madrid / Bruselas 26 OCT 2016 - 13:30 CEST
El portaaviones ruso Almirante Kuznetsov fotografiado el pasado día 17 por la Fuerza Aérea noruega. EFE / EL PAIS VÍDEO - REUTERS
El Ministerio de Asuntos Exteriores español está revisando el permiso concedido a la flotilla rusa encabezada por el portaaviones Almirante Kuznetsov que se dirige al Mediterráneo Oriental para que haga escala en Ceuta. "La últimas escalas solicitadas se están revisando en estos momentos en función de la información que estamos recibiendo de nuestros aliados y de las propias autoridades rusas", ha manifestado un portavoz del departamento que dirige José Manuel García-Margallo. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg,ha reiterado este miérocles su preocupación por la posibilidad de que grupo de combate participe en el asalto final a Alepo (Siria) por las tropas del régimen de El Asad.
"Corresponde a cada país decidir", si permite a la flota rusa aprovisionarse en sus puertos, "pero en este caso yo he lanzado un mensaje muy claro: estamos preocupados por el uso potencial que puedan tener estos barcos rusos para aumentar la catástrofe en Siria", ha añadido a Stoltenberg, quien ha evitado mencionar expresamente a España. De su lado, el secretario de Defensa británico, Michael Fallon, ha dicho que el Reino Unido estaría "extremadamente preocupado si algún país de la OTAN considerase prestar asistencia a la flota rusa que puede acabar bombardeando a civiles en Siria. Por el contrario, los miembros de la OTAN debemos mantenernos unidos".
Fuentes diplomáticas españolas han asegurado que si los tres buques rusos cuya escala en Ceuta se autorizó hace ya algunas semanas, dentro de una práctica que se ha hecho habitual en los últimos años, forman parte de la flotilla que se dirige hacia las costas de Siria, los permisos serán revocados. "Estamos a la espera de recibir información detallada por parte de la OTAN y de la propia Embajada rusa para tomar una decisión", añadieron.
Desde que el pasado 15 de octubre zarpó del puerto de Severomorsk, en el Oceano Ártico, la OTAN no la ha perdido de vista a la flotilla rusa en su travesía a través del mar de Noruega o el canal de la Mancha. La agrupación naval aliada SNMG-1, bajo mando de la fragata española Almirante Juan de Borbón, la sigue de cerca y, al aproximarse a las costas españolas, los patrulleros Atalaya y Cazadora se han turnado en su seguimiento; el primero en el Cantábrico y el segundo desde el cabo de San Vicente. La flotilla (integrada por el portaaviones Admiral Kuznetsov, el único de la Armada rusa, el crucero de propulsión nuclear Pedro el Grande, los buques antisubmarinos Severomorsk y Vicealmirante Kulzkov, así como cuatro buques auxiliares y con toda probabilidad algún submarino) abandonó ayer las aguas de Portugal y esta mañana estaba previsto que cruzara el Estrecho de Gibraltar.
La paradoja estriba en que el Gobierno español ha autorizado a tres de los buques que escoltan al Kuznetsov, dos escoltas y un buque auxiliar, para que hagan escala en Ceuta el próximo viernes, con el objetivo de aprovisionarse de agua, víveres y combustible. Se da la circunstancia de que Ceuta y Melilla son las únicas partes del territorio español que no están cubiertas por el paraguas defensivo de la OTAN.
La flota rusa es un cliente habitual del puerto ceutí, donde han recalado más de 60 buques de su Marina de Guerra desde 2011, dejando pingües beneficios para la economía local. El portavoz de Exteriores ha subrayado que estas escalas se autorizan caso por caso, atendiendo a las características del buque y la seguridad del entorno, la población ceutí y el propio puerto, y que se aprueban con total transparencia, informando de las mismas a los aliados.
En esta ocasión, sin embargo, la autorización ha levantado una gran polémica. El líder de los liberales del Parlamento europeo, Guy Verhofstadt, ha enviado un tuitcon el siguiente texto: "España firmó la declaración de la UE sobre los crímenes de guerra de Rusia en Alepo la semana pasada, hoy ayuda a repostar a la flota en ruta para cometer más atrociadades. ¿En serio?".
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, explicó el martes en París que "va a haber unas consultas con el Gobierno ruso sobre la participación o no de estas embarcaciones que han solicitado resposataje en Ceuta" en la flotilla que se dirige a Siria. Recordó que estas escalas son una práctica habitual y que "en este caso particular hubo una autorización pevia, aunque los objetivos [de la escala] no debían estar claros".
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