La joven empresa PLD firma un contrato con la Agencia Espacial Alemana y prevé su primer vuelo en 2018
25.07.2016 | 23:10
RAFAEL GONZÁLEZ DÍAZ MADRID/EFE Enviar satélites al espacio en pequeños cohetes es la apuesta de la joven empresa española PLD, líder en Europa en el desarrollo de esta tecnología, que prevé su primer vuelo de pruebas en 2018 y ya posee una veintena de clientes interesados, que «generarían un beneficio de 45 millones de euros».
Así lo explica el responsable de infraestructura industrial y cofundador de «PLD Space», Raúl Verdú, quien indicó que estos ingenios de tamaño reducido están destinados al lanzamiento de cargas menores que en la actualidad viajan de manera secundaria en «cohetes gigantes». La idea de crear PLD Space, que ya ha firmado un contrato con la Agencia Espacial Alemana (AEA) para probar sus motores a través de un proyecto de la Comisión Europea (CE), partió de dos estudiantes de la Universitat Politècnica de València que decidieron en 2011 emprender en esta área, «un nicho de mercado aún sin explotar sobre todo en el continente europeo». A diferencia de los grandes cohetes, la propuesta de PLD es de naves de unos 20 metros de largo y un metro de diámetro, impulsadas por queroseno de aviación «porque es un material asequible y su capacidad de carga asciende a 150 kilogramos en órbita baja», especifica Verdú.
El tamaño sí importa
Los pequeños satélites, al ser carga secundaria de los grandes lanzamientos, no tienen las mismas ventajas que la carga principal, lo que, con frecuencia, genera inconvenientes, algo que se puede solventar utilizando como impulsores cohetes de menor tamaño. Según este ingeniero, las agencias espaciales —las que más consumen estos servicios—, pymes que apuestan por esta tecnología o universidades son sus principales clientes, pues «les cuesta mucho disponer de una oportunidad de vuelo».
Actualmente, PLD Space posee su cuartel general en el Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández de Elx y cuenta con una instalación para los ensayos de motores en el aeropuerto de mantenimiento de aeronaves de Teruel, «un lugar despoblado y con garantías de seguridad».
Su hito más destacado hasta la fecha ha sido la puesta en marcha del motor del lanzador, la parte más crítica de un cohete. Con su sistema, el precio de puesta en órbita de un kilo de carga útil, sería de unos 35.000 euros. En su opinión, uno de los usos más interesantes es la observación y el uso de los datos y, en este sentido, ha puesto como ejemplo la utilización que realiza 'Google Maps' a través de la actualización de fotografías de la Tierra.
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2016/07/26/politecnica-valencia-espacio-pequenos-cohetes/1448944.html
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